Los eco-regímenes -compromisos ambientales para los que se destina el 25 % de las ayudas directas de la PAC -son una de las grandes novedades de la programación 2023-2027 y uno de los elementos que suscita preocupaciones y dudas a los agricultores, que piden flexibilidad y ayudas para afrontarlos.
Así ha quedado de manifiesto en las intervenciones de la mesa redonda "La nueva PAC y su implantación en Europa: la implantación de los ecoesquemas y el desarrollo rural", celebrada en la última jornada del encuentro Smart Agrifood Summit, que este viernes concluye en Málaga.
Han participado en el diálogo la Jefa de Unidad de la DG Agri Elvira Bakker; el coordinador del Plan Estratégico de la PAC (Pepac) español, del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, Ignacio Atance; Armando Martínez, responsable de agricultura y ganadería en la Junta de Andalucía; y el presidente de Asaja Málaga y director del proyecto Life Vida for Citrus, Baldomero Bellido.
En el debate se ha coincidido en la importancia de lograr la sostenibilidad en sus tres aspectos (social, económico y ambiental), si bien desde Andalucía y la organización agraria Asaja han hecho un importante hincapié en los efectos económicos y burocráticos de la nueva PAC y en especial de los eco-regímenes o eco-esquemas.
Bakker ha reconocido la peculiaridad de España, en cuanto a diversidad de producciones y cultivos, y que queda aún un camino intenso para lograr que se aprueben todos los planes de implantación de la PAC en todos los Estados miembro, además de incidir en que la agricultura afronta un camino de transformación dentro de la arquitectura verde de la Unión Europea.
Por parte del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, Ignacio Atance han puesto el acento en el objetivo de favorecer la penetración y acogida de los eco-regímenes, ya que no sólo generarán beneficios ambientales sino que son un "win-win" para los productores, porque serán palanca para lograr mejoras en la gestión y por tanto en la rentabilidad.
Desde la Junta de Andalucía, Martínez ha planteado que los eco-regímenes pueden conducir a una reducción de las ayudas a los agricultores (si no pueden afrontar los costes de adaptarse a los nuevos requerimientos) y ha resaltado el papel de los incentivos económicos, la formación y las medidas de mercado (eco-etiquetas) para ayudar al sector a realizar ese esfuerzo de modernización.
Sin embargo, desde el primario, el representante de Asaja ha asegurado que la nueva PAC (que ha calificado de "restrictiva") tendrá efectos muy duros para los agricultores y ganaderos en términos económicos y burocráticos, y ha reclamado flexibilidad, aún más necesaria a su juicio por el escenario derivado de la guerra de Ucrania, la inflación y el coste de los inputs.