En febrero pasado, el índice de precios percibidos agrarios, que toma como base 100 el año 2015, se fijó en el 100,01, mientras que el índice de precios pagados por los bienes y servicios agrarios, que también toma como base 100 el año 2015, se fijó en 103,44.

El incremento interanual negativo del índice de precios percibidos en febrero fue debido tanto al comportamiento en el conjunto de productos agrícolas (-2,90 %), como en el de los productos animales (-10,55 %).

Dentro de los productos agrícolas, se abarató el sector hortícola (-11,18 %), seguido de las frutas no cítricas (-14,21 %), el sector vitivinícola (-16,40 %), los cítricos (-10,25 %), las flores y plantas ornamentales (-15,04 %), los tubérculos (-26,35 %), los cultivos industriales (-2,55 %) y los forrajeros (-5,51 %).

Por el contrario, se encareció el aceite de oliva (+25,02 %), así como los cereales (+9,00 %), las leguminosas (+81,26 %) y las semillas (+3,51 %).

En cuanto al conjunto de los productos animales, se produjo un descenso interanual más acusado en el ganado para abasto (-13,81 %) que en los productos ganaderos (-0,21 %).

En el primer caso, bajaron los precios de las líneas de porcino con destino al sacrificio (-21,45 %), aves (-5,86 %), vacuno (-3,81 %) y caprino (-5,46 %); en contraste, los del sector cunícola y el ovino subieron si se comparan con febrero de 2020 (+7,52 % y +0,90 %, respectivamente).

Respecto al bloque constituido por los productos ganaderos, la leche se revalorizó un 1,95 % interanual, mientras que los huevos (-5,67 %) y la lana (-60,71 %) se pagaron a precios más baratos que en febrero de 2020.

En cuanto a los índices de precios pagados por los agricultores, la línea de alimentos para el ganado fue la que más contribuyó a la subida del índice general (+7,35 %).

Tanto los precios que se pagaron por los piensos simples (+4,30 %) como por los compuestos (+8,19 %) aumentaron.

Dentro de estos últimos, todas las líneas mostraron signo positivo: los destinados al sector porcino (+8,60 %), a las aves (+7,22 %), al bovino (+8,31 %), al sector ovino (+10,03 %) y al sector cunícola (+5,92 %).

Los costes generados por la conservación y reparación de maquinaria también aumentaron (+7,29 %), así como los de fertilizantes (+1,20 %).

También se encarecieron las semillas y plantones y los productos fitopatológicos (+1,61 % y +1,28 %, respectivamente), los servicios veterinarios (+1,38 %) y la conservación y reparación de edificios (+0,62 %).

Por el contrario, el sector energético contribuyó negativamente a la variación del índice general (-11,08 %), tanto los carburantes (-9,86 %) como la electricidad (-14,26 %), mientras que el comportamiento mensual del precio pagado por los lubricantes (+1,58 %) apenas afectó a la variación interanual del grupo.

Por último, los agricultores pagaron menos en gastos generales (-1,22 %) y por el material y pequeño utillaje (-0,97 %).