Las flotas que cometen abusos laborales con sus tripulaciones y faenan de forma ilícita compiten deslealmente y amenazan la supervivencia del sector pesquero español, según han alertado los armadores y las cofradías con motivo del Día Internacional contra la Pesca Ilegal.
El Día Internacional contra la Pesca Ilegal, No Regulada y No Reglamentada, promovido por la ONU, resalta cada 5 de junio los esfuerzos públicos y privados contra las flotas que operan vulnerando la ley.
La pesca ilegal provoca una pérdida de entre 11 y 26 millones de toneladas anuales de pescado, según la ONU, lo que equivale a entre 10.000 y 23.000 millones de dólares (9.430 millones o 21.700 millones de euros).
Pero en los últimos tiempos los representantes de la flota española, ONG e incluso portavoces de los organismos internacionales han alertado hacia la dimensión social de ese problema y al impacto de aquellos operadores que no respetan los derechos laborales de sus tripulantes.
Unas 128.000 víctimas de esclavitud a bordo
Unas 128.000 personas se encuentran en situación de “esclavitud moderna a bordo de pesqueros” especialmente en navíos del sudeste asiático, según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) manejados por la asociación atunera española Opagac.
El presidente de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT, en sus siglas en inglés), Ernesto Penas, ha declarado a Efeagro que al hablar de la protección de los mares hay una “gran asignatura pendiente, la protección de los trabajadores”.

En ese sentido, Penas ha señalado que las flotas de la Unión Europea (UE) tienen “los mayores estándares sociales” pero a la hora de examinar el Derecho Internacional está muy avanzado en conservación de las especies y menos avanzado en derechos de los marineros.
Un ejemplo claro es el Convenio 188 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre condiciones mínimas laborales a bordo, que data de 2007 y tiene un nivel de ratificación muy bajo.
“Solo 21 países han ratificado el Convenio 188”, ha declarado el secretario general de la patronal de armadores Cepesca, Javier Garat, también presidente de la asociación “Europêche”, que representa a los armadores y a las cofradías de la UE.
Garat ha subrayado que ese convenio es “la mejor forma de garantizar unas condiciones mínimas a bordo y condiciones de igualdad y competencia” entre los pescadores de todas las naciones.
Control a las importaciones
“Hay que pedir a los estamentos internacionales que controlen realmente el problema de la pesca ilegal, el problema no está en Europa y además, somos deficitarios, porque el 70 % del pescado que se consume en la UE es importado”, según el presidente de la Federación Nacional de Cofradías Pesqueras (FNCP), Basilio Otero.
El responsable de las cofradías ha abogado por “poner el foco” en dichas importaciones y especialmente en las “medidas sociales” que los países competidores no europeos no cumplen.
El Día contra la Pesca Ilegal sucede a un reciente acuerdo entre las instituciones de la UE, esta semana, tras cinco años de negociación, para modernizar la normativa de control, que entre otras medidas implanta la instalación de cámaras a bordo para barcos con más de 18 metros de eslora.
Garat ha confiado en que esa normativa sirva para vigilar mejor las importaciones.
Atención a los calamares
La diferencia entre las especies a la hora de determinar prácticas ilícitas es muy grande y, en el caso del calamar, la organización SFP (Sustainable Fisheries Partnership) ha mostrado su preocupación por las ilegalidades de muchas flotas.
SFP, que trabaja con empresas en proyectos de sostenibilidad para la trazabilidad de los productos del mar, ha subrayado que gran parte de las capturas de calamares se extraen en caladeros poco regulados.