Las ventas de la industria del pan, la bollería y la pastelería crecieron un 27,41 % en 2022, hasta superar los 1.661 millones de euros, frente a los 1.303 millones que facturó en 2021.
Las ventas de la industria del pan, la bollería y la pastelería crecieron un 27,41 % en 2022, hasta superar los 1.661 millones de euros, frente a los 1.303 millones que facturó en 2021.
La producción de roscones de reyes en las pastelerías se intensifica estos días y algunas mantienen los obradores a pleno rendimiento día y noche, en una campaña en la que se constata muy buena demanda, con tamaños y rellenos cada vez más variados y un repunte de las reservas y pedidos por internet.
El tradicional roscón de reyes mantiene en esta Navidad atípica sus ventas en supermercados, aunque caen en el canal de la restauración por las restricciones de aforo por la covid. En las pastelerías artesanales se prolongan las colas de espera para adquirirlo, en líneas generales en tamaños más pequeños.
La Interprofesional del pan (Incerhpan) promocionará el consumo de este alimento en escolares de entre 6 y 12 años, especialmente en el desayuno y la merienda, una campaña que se prolongará hasta 2021 y que está dotada con más de un millón de euros, el 70 % procedente de fondos europeos.
La patronal del sector del dulce considera que la nueva norma de calidad del pan “puede llevar a confusión”, añade complejidad y puede incluso “restar competitividad” a los fabricantes españoles.
La nueva norma de calidad del pan ha levantado ampollas en parte del sector alimentario al definir de forma más estricta las características de cada producto, lo que en la práctica obligará a las empresas a reformular recetas o dejar de usar determinadas denominaciones comerciales.
El consumo de pan en los hogares españoles registró en 2018 una nueva caída, del 2 % en volumen y del 2,2 % en valor respecto a 2017, una tendencia a la baja a la que el sector espera hacer frente con la norma de calidad sobre este producto que prepara el Gobierno.
La bollería salada, hasta hace unos años poco menos que relegada a una producción testimonial y con escasa variedad, empieza a despuntar en la industria de las masas congeladas y a aportar diversidad de producto y valor, tanto al sector como a los establecimientos que lo comercializan.
Los productos de panadería, bollería y pastelería elaborados con masas congeladas registraron un nuevo repunte en 2015 y siguen ganando terreno. Cifras positivas en facturación (+4,4 %) y en volumen (+3,2 %).
El consumo de pan integral en los hogares españoles aumentó un 6,3 % entre 2005 y 2014, según ha informado la Asociación española de la Industria de Panadería, Bollería y Pastelería (Asemac), un porcentaje muy alejado del de Holanda o Alemania.