El cultivo del cáñamo industrial ya es una realidad en Extremadura, donde instituciones y la iniciativa privada se ha unido para, por un lado, estudiar su viabilidad en la zona tabaquera, buscando que sea un posible cultivo rotativo junto al tabaco, y por otro conseguir que la transformación y comercialización se quede en la región.
Argentina culminó su primera cosecha de cáñamo industrial en más de 50 años, gracias a la aprobación de un nuevo marco regulatorio que permitía el cultivo de esta especie, informaron este sábado fuentes oficiales.
La Asociación Europea del Cáñamo Industrial (EIHA) está trabajando para conseguir que la Unión Europea armonice la legislación para que todos los Estados miembros “actúen al unísono” en el cultivo de esta planta, que puede ser “extremadamente rentable”.
La superficie dedicada al cultivo del cáñamo se ha multiplicado por ocho desde 2016 y ha pasado de 61 a 510 hectáreas, de acuerdo con los datos de 2020 del Fondo Español de Garantía Agraria (Fega) sobre superficie de “cáñamo para fibra” declarada en la solicitud única de la PAC.
Los agricultores de cultivos textiles como el algodón, el lino y el cáñamo pueden asegurarlos desde el 1 de febrero de 2014, según recoge la Orden AAA/94/2014, de 24 de enero, que publica el Boletín Oficial del Estado (BOE).
