La naturaleza salvaje del norte de Colombia se abre a los ojos del visitante en la Ciénaga de Pijiño, un remanso en el que conviven diferentes especies de aves y reptiles y que se ha convertido en un complemento turístico de la colonial Mompox.
La naturaleza salvaje del norte de Colombia se abre a los ojos del visitante en la Ciénaga de Pijiño, un remanso en el que conviven diferentes especies de aves y reptiles y que se ha convertido en un complemento turístico de la colonial Mompox.