Uruguay considera como un “bien público” su industria cárnica. El consumidor puede conocer la trazabilidad del producto final -desde la la granja, la características de la res o incluso el rostro del productor- con la lectura de un código QR a través de su móvil.
El ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca de Uruguay, Tabaré Aguerre, destacó la importancia de la trazabilidad en la industria cárnica, que calificó como “un bien público para Uruguay” durante su visita a la Exposición de Milán 2015.
Señaló que no tiene solo un objetivo comercial, sino que “permite mejorar la cabaña ganadera” y ayuda a la imagen de Uruguay como “productor de alimentos fiables, inocuos y de calidad”.
El ministro, que defendió una “producción agrointeligente” para que su país aumente su volumen de alimentos tanto cuantitativa como cualitativamente, explicó en Milán que Uruguay ya aplica la trazabilidad a otros sectores como la producción de miel, cítricos o aves de corral– se demuestra en forma práctica a los comensales que acuden a diario al restaurante del pabellón de Uruguay.
A través de la lectura de un código QR que acompaña la carne que consume, el cliente puede conocer a través de su teléfono móvil la ubicación real del establecimiento ganadero, situarlo en el mapa, las características de la res e incluso el rostro del productor.
Los visitantes a Expo Milán pueden probar en el pabellón uruguayo “la mejor carne del mundo, con excelentes cualidades organolépticas, una carne con servicios ecosistémicos incluidos, en términos de biodiversidad, de conservación de suelos y de conservación de los recursos hídricos”, aseguró.
En su reunión en Expo Milán con empresarios italianos, Aguerre estuvo acompañado por el Comisario del Pabellón de Uruguay, Antonio Carámbula, director ejecutivo de la agencia estatal Uruguay XXI y de Federico Stanham, Presidente del Instituto Nacional de Carnes (INAC), entidad que ha también participado en el proyecto.
Ganadería y cambio climático
En su intervención, el ministro destacó también la adaptación de la producción agroalimentaria uruguaya al cambio climático y la atención a la agricultura familiar, junto al desarrollo de plataformas de tecnología y comunicación que mejoren la toma de decisiones.
Competividad, intensificación sostenible de la producción, acceso a los mercados internacionales, adaptación al cambio climático y articulación institucional son igualmente otros aspectos prioritarios del sector primario uruguayo.
Bajo el lema “La vida crece en Uruguay”, el pabellón uruguayo recibe al visitante con un vídeo que refleja la historia reciente del país latinoamericano a partir de la llegada de los inmigrantes europeos.
Cuenta con una estructura en forma de espiral elaborada a partir de materiales enteramente reutilizables y reciclables mientras que en el exterior se han plantado árboles típicos uruguayos como guayabos, ceibos, jacarandás y anacahuitas.
“En un mundo que camina hacia los 9.000 millones de habitantes, los desafíos de seguridad e inocuidad alimentaria y en temas medioambientales van a ser crecientes”, recordó Aguerre, quien destacó el fenómeno de la urbanización, que hace que más de la mitad de la población mundial viva hoy en ciudades.
Uruguay quiere la producción agropecuaria para que su país, que cuenta con tres millones de habitantes, se impulse de forma sostenible para alimentar a 50 millones de personas, frente a los 28 millones actuales.
Para conseguirlo, aseguró que son “necesarias inversiones públicas y privadas y la innovación tecnológica“. “Este aumento de la producción no se hará a cualquier coste sino que queremos conservar nuestros ecosistemas, con un 65 % de pastizales naturales”, explicó.
Convocada bajo el tema “Alimentar el planeta, energía para la vida”, Expo Milán, que estará abierta al público hasta el próximo 31 de octubre, pretende convertirse durante seis meses en un gran foro global sobre los retos de la alimentación en el siglo XXI.