La tendencia a una alimentación “aparentemente” más sana o cuidada no afecta, de momento, a alimentos como el chocolate, un producto que se está adaptando a las demandas de los nuevos consumidores, más exigentes y curiosos, pero igual de necesitados de concederse una indulgencia de vez en cuando.
Hoy es el Día Internacional del chocolate, al parecer porque coincide con la fecha de nacimiento del escritor Roald Dahl, autor de Charlie y la Fábrica de Chocolate, aunque hay varios “días” más a lo largo del año -el del cacao, el del chocolate amargo…- en los que el calendario da la excusa para comerlo sin remordimientos. De cualquier forma, los datos prueban que los españoles no necesitan pretextos para dejarse seducir por el chocolate.
25 euros y más de 3,5 kilos de chocolate al año
De media, cada consumidor destinó en 2018 un total 25,52 euros al año en incluir chocolates y cacao en la cesta de la compra; fue un 3,6 % más que el año anterior, según el panel de Consumo alimentario que elabora el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Con este dinero, cada persona tomó de media 3,60 kilos de chocolate y cacao en casa, un 1,2 % más que en 2017; y todo esto sin contar el chocolate que se consume en cafeterías y chocolaterías.

Son los hogares “singles“, tanto los compuestos por “jóvenes independientes” como por “adultos independientes”, los que más superan la media del consumo; y también hay diferencias por capacidad económicas, pues son las casas de clase alta y media alta las más proclives a comprar estos dulces.
Por zonas geográficas, los más chocolateros están en Galicia, con 4,88 kilos de chocolate por persona y año; les siguen los vascos (4,49) y los asturianos (4,46); por contra, son los madrileños los menos “choco-adictos”, con una media de 3,23 kilos por año.
La innovación y la “indulgencia”
Según el director de grupo de Nielsen Alberto Iglesias, la categoría de cacao “va asentando crecimientos” después de un época que define como “convulsa” e incluso las cremas de chocolate “han vuelto con dinamismo”.
Los productos y categorías innovadores -que se desarrollan hacia nuevos consumidores y nuevas ocasiones de consumo, que antes no estaban cubiertos- pueden justificar esta evolución, según el experto, quien incide en que “tiene más mérito” aún en un entorno en el que no hay más población.
Productos con sabores sorprendentes, categorías para ocasiones adicionales de consumo, demostraciones en el punto de venta y las campañas de comunicación también se sitúan detrás de este crecimiento; de hecho, el supermercado y las gasolineras son los canales con “mejor tendencia”.
Para el experto de Nielsen, la compra por impulso tiene una gran importancia para un consumidor que “disfruta” con este producto y, por eso, se vincula a “una de las tendencias de crecimiento del gran consumo, que es la indulgencia”.
En este sentido, la innovación se perfila como un elemento fundamental para seguir manteniendo estas cifras en positivo, pese a la caída demográfica y el estancamiento del gran consumo en términos generales. Desde la patronal de la industria (Produlce) han refrendado la tendencia, pues ha facilitado esta misma semana sus datos para 2018: mejoraron un 3,6 % respecto al año anterior, hasta alcanzar los 1.492 millones.
Chocolate ecológico
Al igual que desde el sector de los alimentos ecológicos se hacen eco de la categoría como segmento de consumo en el que innovar.
En la primera feria Organic Food Iberia se exhibieron desde cremas de chocolate con todos sus ingredientes de origen ecológico, hasta coulant de chocolate orgánico o pasteles de arroz ecológicos con chocolate negro.
Y es que el chocolate negro es uno de los papeles protagonistas en este contexto de cuidado de la dieta sin querer renunciar a este alimento; pero de eso ya se hablará en su “Día”, el del “chocolate negro”, que si aún no existe, estará al caer.