El Día Mundial de la Alimentación viene marcado por el incremento de personas con hambre, que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) cifra en 815 millones,. El problema se agrava por las migraciones y el cambio climático.
Según la ONU, el hambre creció en 2016 por primera vez desde 2003. Repuntó en 38 millones de personas, la mayoría en países que sufrieron conflictos y desastres naturales relacionados con el clima.

El acto central del Día de la Alimentación se ha celebrado en Roma, donde el papa Francisco y países del G7 (los más industrializados) se han reunido en la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO)
El lema para la FAO es "Cambiar el futuro de la migración: invertir en seguridad alimentaria y desarrollo rural",
Unos 150 países tienen previstas actividades para conmemorar este día.

¿Cómo afecta a las zonas rurales?

En 2015, había 244 millones de emigrantes internacionales, el 40 % más que en 2000. Según la FAO, muchos proceden de zonas rurales, donde más del 75 % de la población con inseguridad alimentaria depende de la agricultura.

Manos Unidas ha declarado que el incremento del hambre es un "acicate, "máxime cuando la mayoría de esas personas vive en países en desarrollo de Asia, África y América Latina y el 70 % son mujeres".
La ONG ha denunciado la "mercantilización, la insostenibilidad de la producción a gran escala y el desperdicio de alimentos".
Ha subrayado que mañana es el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza y que el hambre "es la peor de sus expresiones".

Recordando el desperdicio

El Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente ha recordado datos globales sobre desperdicio anual de comida: 1.300 millones de toneladas en el mundo, 89 millones en Europa y 7,7 millones en España.
Un tercio de la producción mundial alimentaria se tira, lo que equivaldría a la cosecha global de cereales.

Si ese desperdicio se aprovechara,  valdría para alimentar a 2.000 millones de personas, según las cifras difundidas por el Ministerio.