El consumidor es responsable del 42 % del desperdicio de alimentos, que asciende a los 7,7 millones de toneladas anuales en España; reducir esta cifra y llevar a los hogares las buenas prácticas para evitar el despilfarro alimentario es el objetivo de la campaña “Buen Aprovecho”.
Una iniciativa impulsada por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama), que responde a la estrategia “Más alimento, menos desperdicio”, que se desarrolla esta semana para concienciar a la población y aportar herramientas que puedan aplicarse en los hogares a la hora de comprar y cocinar.
Así lo ha explicado la jefa de área de la subdirección general de la Estructura de la Cadena Alimentaria del Magrama, Alicia Crespo, quien ha ofrecido una ponencia abierta al público en el Mercado Maravillas de Madrid, que ha sorprendido a amas de casa y a quienes compraban esta mañana en el mercado.
“Es importante venir a un mercado donde está quien toma las decisiones que compra, ya que el consumidor es el primer responsable del desperdicio de alimentos”, ha subrayado Crespo, quien ha incidido en la importancia de “reducir, reutilizar y reciclar”.
Medidas legislativas. El modelo francés.
La ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, afirmó en respuesta a una pregunta del Grupo Mixto en el Senado que el Gobierno estudiará “con detalle” la iniciativa francesa para reducir el desperdicio de alimentos, que plantea prohibir que se tiren alimentos en buen estado en supermercados.
La Asamblea Nacional francesa debate actualmente una ley que obligaría a las empresas de más de 400 metros cuadrados a donar los excedentes que aún son consumibles a asociaciones caritativas, o bien a destinarlos a fabricación de comida animal o compost para la agricultura, y prevé multas y hasta penas de prisión en caso de incumplimiento.
García Tejerina ha subrayado que “anticipándose al Gobierno francés, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama) ha promovido acuerdos de colaboración entre industrias, distribución y los bancos de alimentos” para mejorar el aprovechamiento de productos alimentarios que, “reuniendo todas las condiciones para su consumo, por diversas causas no entran en el circuito comercial”.
1.300 millones de toneladas desperdiciadas al año
Según datos de la Unión Europea, al año se desperdician 1.300 millones de toneladas de alimentos en el mundo, 89 millones en Europa y 7,7 en España, que es el séptimo país europeo que más comida en buen estado tira a la basura; los alimentos que se tiran en el planeta serían suficientes para alimentar a 2.000 millones de personas.
Al mismo tiempo, casi 1.000 millones de personas no tienen acceso a una nutrición suficiente.
Son los datos de una lacra que también se produce en el proceso de fabricación de alimentos (39 %), en la distribución (5 %) y en la restauración (14 %).
Los expertos inciden en que gran parte de este desperdicio se puede evitar en la cocina: recetas que permitan utilizar todas las partes de un alimento o reciclar sobras, “como hacían y hacen aún muchas amas de casa que aplican esa filosofía”, ha apuntado Crespo.
Sin embargo, “los jóvenes cada vez cocinan menos, o al menos con menos conciencia sobre este tema, que es algo que, poco a poco, tiene que cambiar”.
Para combatir el despilfarro, creatividad
La creatividad puede evitar el desperdicio en la cocina, con recetas como las que ha propuesto el chef Juan Carlos Carretero, profesor de la Escuela de Hostelería y Turismo de Madrid, quien ha ofrecido consejos prácticos a los asistentes a la charla.
Crema de trigueros, hecha con tallos de espárragos, ensalada de ave y otras recetas son posibles solo con un poco de imaginación al abrir la nevera, “prestando atención a las fechas de caducidad de cada alimento y cocinando con productos de temporada”.
Algunas de estas recetas pueden encontrarse en las guías que ha diseñado el Magrama -disponibles en supermercados y a través de internet- para aprovechar las sobras de cada grupo de alimentos, como un sushi de cocido, pastel de puerros o agujas de pollo.
En esta guía el consumidor también puede encontrar consejos para congelar y descongelar, almacenar la despensa, entender el etiquetado, separar los residuos o conservar los alimentos en función del tipo de envase.
Mejorar la tecnología de los envases también puede ser clave para reducir el desperdicio, según el ingeniero agrónomo Roberto Ortuño, director de asistencia tecnológica de Ainia, que ha incidido en la necesidad de “mejorar la proporcionalidad de los envases y que favorezcan el vaciado total del producto”.
Esta campaña se desarrollará hasta el próximo día 13 en supermercados, restaurantes y escuelas en Madrid, Córdoba, Teruel, Cuenca y Tarragona. EFEAGRO