El Puerto de A Coruña, en el que la pesca constituye uno de sus elementos fundamentales además de ser uno de los grandes motores económicos de la ciudad, es un pilar del futuro de la ciudad inmerso en un ambicioso proyecto de renovación único en España, según su nuevo presidente, Martín Fernández Prado.
Esta infraestructura depende de asuntos que llevan encallados muchos años, como gestionar una deuda de 300 millones de euros o la liberación de las infraestructuras y los nuevos usos urbanísticos de los muelles interiores, que han condicionado las relaciones institucionales del Puerto con el consistorio.
Fernández Prado (Lugo, 1966), político, arquitecto y urbanista, tomó posesión del cargo de presidente de la Autoridad Portuaria de A Coruña el pasado 11 de diciembre con el propósito de desencallar el buque insignia de la ciudad.
– Pregunta: ¿Tener la responsabilidad de la transformación del puerto de A Coruña y la transformación de la ciudad es un trabajo goloso?
UN SUEÑO
-Respuesta: Como profesor de urbanismo y ordenación del territorio esto es un sueño, a nivel personal y a nivel de puerto. No creo que haya otro proyecto así en España y hay que compararlo con la persona que en su momento tuvo que abordar los proyectos de Bilbao, Málaga o Valencia y, si existe, no me doy cuenta de que a día de hoy en España haya operaciones de esta trascendencia y potencialidad.
– P: El puerto, el nuevo hospital y la ciudad de las TIC son tres ejes de futuro para A Coruña ¿Qué lugar de importancia le corresponde en su caso?
– R: Históricamente el puerto y la ciudad han nacido juntas y el puerto es el referente de la ciudad. Hay pocas ciudades en España y Europa con el peso de este puerto, tanto en superficie como por su actividad. Además la ciudad y su área metropolitana necesitan nuevas oportunidades que el puerto exterior puede generar, un enclave próximo a Arteixo y A Coruña, que representan el 43% del valor añadido bruto de Galicia.
– P: Las relaciones de la Autoridad Portuaria y A Coruña han sido tensas en los últimos años, ¿su nombramiento propicia un cambio en esas relaciones?
– R: Sí, y ya se está propiciando. Desde el cambio del Gobierno local es así y todos los grupos de la corporación desean que haya una buena relación.
– P: Su fotografía paseando con la alcaldesa por la dársena, ¿es un mensaje de que soplan nuevos vientos?
– R: Significa que hay dos instituciones inseparables; simboliza voluntad de diálogo y trabajo conjunto. En prensa salen los roces, pero la realidad es que hay mucha gestión diaria.
– P: Usted es urbanista, arquitecto, ¿tiene en sus manos el punto más sensible de la ciudad?
BRILLO PARA UNA JOYA
– R: Una compañera arquitecta me dijo: “tienes la joya y lo que tienes que hacer es darle brillo”. Para un urbanista como yo es un sueño, pero mi papel es unificar la ciudad con sus administraciones y sus entidades sociales. Ha habido muchos años para pensarla y ahora toca hacerla.
– P: ¿Puede traer al puerto un proyecto propio bajo el brazo?
– R: No puedo negar que como arquitecto imagino cosas y te tira coger el lápiz, pero hay que tomar decisiones estratégicas buenas y flexibles para la ciudad y la actividad portuaria, que además se puedan adaptar a las necesidades que surjan.
– P: Se dice que las cosas de palacio van despacio, pero ¿cuándo cree que será visible la transformación?
– R: Tenemos que ponernos de acuerdo con las administraciones no sólo en qué hacer sino cómo hacer y con qué hoja de ruta. Llevo 15 años trabajando en este tema y hay alternativas, no una solución única de diseño o de gestión. Es importante que definamos antes del verano de 2021 el diseño de cómo lo queremos hacer, que estemos de acuerdo, y también cómo lo pagamos.

EL PUERTO SE MORÍA
– P: ¿Qué ventajas obtiene el puerto con el traslado?
– R: El puerto se moría por las molestias del carbón o la entrada de barcos grandes y se optó por trasladar las mercancías molestas y peligrosas al exterior y solucionar los problemas medio ambientales en el interior de la ciudad. El puerto exterior acoge lo molesto del puerto interior y desde que soy presidente, en sólo veinte días, hemos tenido que dar cobijo a tres barcos con problemas y desde que está operativo ya son treinta barcos.
– P: ¿Cómo crece el puerto exterior?
– R: Crece sin molestar, con operadores que han invertido ya más de 200 millones de euros, con dinero que no es público. Los operadores ven la oportunidad y puedo anunciar que hay nuevas inversiones que van a concretarse pronto.
– P: ¿La condonación de la deuda del Puerto de Coruña es posible?
– R: No cerramos ninguna puerta, pero el foco hay que ponerlo en hacerlo sostenible y hay mecanismos para ello.
– P: ¿Es un tema que puede arreglarse con “mano izquierda” política?
– R: La mano izquierda, establecer vínculos y sentarnos con buena voluntad ayudan. Harán falta voluntades políticas y mojarse, pero lo vamos a conseguir porque así me lo han trasladado.
– P: ¿El puerto ha dependido hasta ahora del color político de las administraciones?
– R: No, porque esta es una institución independiente en la que hay un consejo de administración con personas de tres administraciones de distinto color, con empresas, sindicatos y representantes sociales, que son la fortaleza de la Autoridad Portuaria, que obligan a tomar decisiones coherentes, consensuadas y de interés general.
CONECTIVIDAD POR FERROCARRIL
– P: La deuda es un escollo. ¿Y el tren a Langosteira?
– R: Es una prioridad que abre mercados y a través de los fondos europeos tenemos un nuevo escenario.
– P: ¿El tren a Langosteira es una infraestructura del siglo XXI?
– R: Es una apuesta de Europa y de España, ya que Europa quiere mover el transporte del camión al barco y al tren. Un puerto sin tren sería una excepción, y los tiempos que corren en Europa, España, Galicia y el Puerto son los de la descarbonización. Además, el Puerto es la única infraestructura de Galicia que está en el CORE.
– P: En clave política, dentro de dos años y medio habrá elecciones en A Coruña: ¿es este su trampolín para ser candidato a la alcaldía?
– R: Cuando uno asume un cargo público debe saber que es temporal y tener muy claro que a mí me renuevan cada jueves. Me gustaría estar en este cargo los cuatro años de la legislatura autonómica, pero no depende de mí.