ALIMENTACIÓN

Los entresijos de la cadena alimentaria europea

Publicado por: LUCÍA RUIZ SIMÓN / EFEAGRO 25 de octubre de 2017

Lograr que la población europea tenga a su disposición alimentos suficientes, de calidad y seguros conlleva el trabajo fundamental de los profesionales de la cadena alimentaria.

Según la Comisión Europea, 44 millones de ciudadanos trabajan en este sistema que evoluciona de modo constante y se enfrenta importantes restos de futuro.

En este escenario, la Comisión Europea busca medidas concretas para reforzar la posición de los productores en la cadena alimentaria y poder acabar con la prácticas desleales comerciales, así como mejorar la transparencia en el mercado y la cooperación entre productores. De hecho, hay una consulta abierta para que todos los interesados puedan aportar sus estrategias y propuestas.

Más unidad en el sector productor

“Entre ellas puede estar reforzar la producción y venta de los alimentos de calidad, con sellos de garantía oficiales, y trabajar por la unidad para ganar peso en las negociaciones con la industria y la distribución.

En este punto se encuentran, por ejemplo, los 350 ganaderos que producen bajo la Indicación Geográfica Protegida de Carne de Guadarrama. Comparten un modelo de producción extensivo, pero aún no se han unido para ser más competitivos en su comercialización.

Ganadería extensiva en la Sierra del Guadarrama. Foto: Efeagro.
Ganadería extensiva en la Sierra del Guadarrama. Foto: Efeagro.

El secretario de esta IGP, Lorenzo Vilas, lo tiene claro: “Si se asociaran más y tuvieran una comercialización conjunta, que es lo ideal, sacarían mejor precio”. Por el momento, según detalla, hay productores que venden a un punto concreto, otros lo hacen a cooperativas o a centros comerciales… cada uno vende lo suyo

Mejorar las ganancias supondría ayudar a garantizar la supervivencia de los ganaderos y hacer frente a otros desafíos, como el relevo generacional, otro gran reto en el sector agroalimentario para el que también se trabaja a través de la Política Agraria Común (PAC).

La industria y la innovación

Al avanzar en la cadena alimentaria, llega el turno del sector industrial o transformador. En las fábricas agroalimentarias, de mayor o menor tamaño, se recibe la materia prima de los productores agrarios, se procesa y el resultado de su trabajo lo ponen en manos de la distribución.

Según refleja la plataforma Food Drink Europe en su último informe, la industria agroalimentaria europea es la más importante de la Unión Europea y espera mejorar su valor añadido entre un 2,5 % y un 3,5 % por año hasta 2025.

De momento, esta cifra supone unos 102 billones de euros al año, de un total de 538 billones de volumen de negocio. La mitad del valor de esta industria agroalimentaria está en manos de pequeñas y medianas empresas, unas 285.000 en el conjunto de la Unión, que cada vez son más innovadoras en la búsqueda de la diversificación y la rentabilidad.

Es el caso de los emprendedores madrileños de Cervezas La Virgen, que han irrumpido en el mercado con un producto totalmente artesanal, que es una de sus señas de identidad. “Los nuevos modelos de negocio complementan a sectores que estaban muy inertes”, señala uno de sus fundadores, César Pascual.

A estos emprendedores les ha funcionado su apuesta por la producción artesanal, con respeto a la material prima y al proceso, pero también las fórmulas de comercialización para acortar los eslabones de la cadena alimentaria.

Cervezas la Virgen, en Las Rozas (Madrid). Foto: Efeagro.
Cervezas la Virgen, en Las Rozas (Madrid). Foto: Efeagro.

De hecho, muchos barriles y botellas de cervezas La Virgen llegan directamente a los bares o centros comerciales, sin intervenir las empresas distribuidoras. Además, su fábrica se puede visitar y cuenta con un bar; y en breve. tienen previsto abrir cuatro locales en Madrid.

El laberinto de la logística en la distribución

En el final de la cabeza espera la distribución, pendiente de la evolución de los consumidores y sus necesidades -y gustos- a la hora de adquirir alimentos. Por eso, la distribución alimentaria convencional tiene que responder a un importante esfuerzo de logística para responder al movimiento diario de millones de mercancías.

Su papel en la cadena y su negocio es poner en los lineales de los canales cortos de distribución los productos que demanda el consumidor. Pero su esfuerzo va mucho más allá, pues tal y como explica el director del Obrador de Valdemoro de El Corte Inglés, Julio César Yanes, este eslabón de la cadena alimentaria también es “garante de la trazabilidad alimentaria de los productos”.

Tan solo en el centro logístico de esta compañía en la localidad madrileña las cifras abruman: tres millones de referencias, 500.000 metros cuadrados de superficie, 12 kilómetros de cintas transportadoras, tres millones de unidades movidas al día.  Y para ello, la tecnología es una herramienta imprescindible, como los clasificadores de alta velocidad, láser o escáner que permite saber todos y cada uno de los movimientos de cada alimento.

Centro logístico de El Corte Inglés. Foto: Efeagro.
Centro logístico de El Corte Inglés. Foto: Efeagro.

Para que todo funcione, según Yanes, se requiere que “todo vaya en el tiempo que tiene que ir con el fin de garantizar que todos los flujos lleguen” y, por supuesto, la tecnología, “que cada movimiento físico lleve consigo un movimiento administrativo, que es justo la que nos da esa garantía de trazabilidad”.

Todos, desde los productores a los consumidores, pasando por las industria, los distribuidores y las instituciones públicas y privadas tienen un papel fundamental para respaldar la supervivencia de esta cadena que garantiza la alimentación en la Unión Europea.Y que la propia UE trabaja para mejorarla, con las aportaciones de todos y con una herramienta tan primordial como la Política Agraria Común.