El secretario general del Centro Internacional de Altos Estudios Agronómicos Mediterráneos (Ciheam), Plácido Plaza. Efeagro/Ciheam

El secretario general del Centro Internacional de Altos Estudios Agronómicos Mediterráneos (Ciheam), Plácido Plaza. Efeagro/Ciheam

AGRICULTURA MEDITERRÁNEO

El “Erasmus mediterráneo” da esperanzas a los jóvenes en agricultura y pesca

Publicado por: EFEAGRO/Belén Delgado 19 de junio de 2021

El Centro Internacional de Altos Estudios Agronómicos Mediterráneos (Ciheam) funciona como un programa “Eramus” en el Mediterráneo que busca dar esperanza a los jóvenes en el sector primario, según su secretario general, Plácido Plaza.

Este ingeniero agrónomo español está, desde 2018, al frente de ese centro intergubernamental, con sede en París y actualmente integrado por trece países: Albania, Argelia, Egipto, España, Francia, Grecia, Italia, Líbano, Malta, Marruecos, Portugal, Túnez y Turquía.

Ideado para reforzar la cooperación entre los países ribereños del Mediterráneo, especialmente en el ámbito del sector primario y el desarrollo rural, el Ciheam ha tenido dificultades en el último año para mantener su actividad por las restricciones a la movilidad derivadas de la pandemia.

“Somos como un Erasmus mediterráneo y una de las bases de nuestra formación es la movilidad. Nos hemos mantenido bajo diferentes modalidades, con muchas actividades ‘online’. Los proyectos han seguido adelante, salvo algunos que tienen una fuerte implantación local en los países y que han sufrido más”, asegura Plaza en una entrevista concedida a Efeagro.

Más de 40.000 personas formadas

Sus cuatro institutos de formación están repartidos entre las localidades de Bari (Italia), Chania (Grecia), Montpellier (Francia) y Zaragoza (España), este último centrado en la gestión de los recursos de la pesca y la acuicultura, la producción y sanidad animal, la comercialización de productos agrarios, la producción vegetal y la mejora genética.

Un viñedo de Barbastro (Huesca) en el momento de la vendimia. Efeagro/Javier Blasco
Un viñedo de Barbastro (Huesca) en el momento de la vendimia. Efeagro/Javier Blasco

Más de 40.000 personas se han formado a diferentes niveles en esos cuatro centros desde la fundación en 1962 del Ciheam, creado a iniciativa del español Ramón Esteruelas en el marco de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Si cada año completan el máster unos 300 graduados de toda la región, en torno a un millar reciben formación especializada.

“Hay que hacer una apuesta de confianza por los jóvenes, al menos con los que podemos formar nosotros y con los que estamos en contacto a través de nuestros proyectos y la red de instituciones socias en la región”, destaca Plaza.

Darles confianza y las herramientas necesarias es la receta que propone para que estas personas tengan oportunidades dignas de empleo en un sector, el agrario, caracterizado por la fuerte precariedad y los bajos salarios, y en una región, la mediterránea, donde se estima que habrá cien millones de jóvenes desempleados en 2050.

Los jóvenes son el futuro

Estos jóvenes tienen la capacidad de llevar a cabo proyectos innovadores porque tienen una visión distinta de los paradigmas alimentarios y del desarrollo local inclusivo. Debemos apoyarles para que tengan acompañamiento y acceso a la gente que va a tomar las decisiones”, afirma el responsable.

En algunos países, los jóvenes son vistos como un grupo de población “problemático” que hay que gestionar, una mentalidad que -dice- “debe cambiar” porque son un grupo “de oportunidades”.

A su juicio, esas personas requieren un apoyo especial, sobre todo en los países más conservadores, donde solo el 5 % de las mujeres son propietarias de herramientas de producción en agricultura.

“Con la pandemia, el perfil de la mujer ha crecido de manera espectacular en la agricultura familiar de la región, donde ya antes era la base y ahora hay que darle el reconocimiento y los derechos que merece”, apunta el secretario general del Ciheam, un centro donde ellas son mayoría en los cursos que se imparten.

Además de ofrecer formación continua a los cuadros de las administraciones y otras instituciones, en las últimas décadas el Ciheam se ha abierto más al sector empresarial, atendiendo la demanda de perfiles como los de gestión pesquera y acuícola, de logística de la cadena de valor y de apoyo a la investigación en sanidad y en lo relacionado con la calidad de los alimentos.

El centro pretende contribuir así a la sostenibilidad del sector primario, que es “importantísimo” en el Mediterráneo por la cantidad de mano de obra que requiere y por su potencial de crecimiento, según Plaza.

“El desarrollo agrícola tiene que ser una apuesta de la sociedad por parte de nuestros países. Hay unos desequilibrios enormes entre las zonas rurales y las urbanas que se tienen que corregir gradualmente, no solo en términos de infraestructuras, sino también de acceso a las posibilidades para ciertas categorías de personas”, enfatiza.

Para lograr la inclusión de jóvenes y mujeres, Plaza explica que aportan capacitación, proyectos de desarrollo en el terreno y diálogo político.

“En materia de formación y circulación, nada proporciona más conocimiento a un joven que el hecho de formarse en otros países y estar en contacto con otro marco académico y relacional”, sostiene en alusión a sus estudiantes, que cruzan fronteras para forjarse un futuro en el sector agroalimentario sin salir del Mediterráneo.

Secciones : Agricultura