David Álvarez tiene 23 años y estudia ingeniería eléctrica y electrónica industrial y automática (ETSIDI-UPM), con la mirada puesta en Mave, el pueblo donde su abuelo fundó en 1964 la granja de vacuno de leche La Pastiza; su padre y su tío la han hecho prosperar y él espera, becado por Pascual, protagonizar su relevo generacional.