De Medellín viajó a Ushuaia para un trabajo más como oficial médico a bordo de un crucero, pero cuando la COVID-19 llegó al Greg Mortimer tuvo que actuar rápido, asistió a todos como pudo y resultó infectado. Tras estar hospitalizado, confiesa a Efetur que aquel viaje “era una invitación al desastre”.
CORONAVIRUS ACRUCEROS