Es el Día del Libro, una jornada para promover el hábito de la lectura; el latín clásico ya anima a equilibrar las facetas intelectuales con la salud con su “Mens sana in corpore sano“, una combinación que han hecho suya restaurantes y cafés en los que se puede comer bien y leer en la misma mesa.
Por muchos rincones del planeta se encuentran escenarios propios de las mejores historias, lugares para tomar un café tranquilamente y leer; los hay muy espectaculares como el Ateneo de Buenos Aires, el antiguo cine-teatro Grand Splendid donde actuó Gardel y que hoy día funciona como librería.
El inicio de un buen recorrido por Manchester, puede comenzar como un libro, por su capítulo primero, en el Chapter One, con tartas caseras, tés y cafés dispuestos para los lectores que pueden darse un respiro y disfrutar de unas páginas de un buen libro.
En Copenhague, el Paludan Book & Cafe, ubicado en un barrio estudiantil, puede ser una buena opción para los que rebusquen en las estanterías de “librería juvenil”; en este caso, además de leer o estudiar, el lector puede degustar algunos de los numerosos platos que componen su carta con ingredientes orgánicos.
Comer y leer en España
Ya en terreno nacional, hay opciones clásicas, especialmente en las grandes ciudades, que conviven con recién llegados más exóticos en esto de alimentar cuerpo y alma en un mismo acto.
Es el caso de Madame Sushita, que desde ayer abre su librería a todos los paseantes que discurran por su local, en el madrileño Paseo de la Habana; tiene 14.000 referencias y, además, a quien se anime a consultar alguno de sus libros se le obsequiará con un café o un té. Pero no sólo de café vive el hombre, así que quien se acerque a la hora de comer o cenar, podrá degustar sus elaboraciones que presumen de contar con arroz ecológico o pescado capturado con técnicas sostenibles.
Madame Sushita. Foto: cedida por el restaurante.
Este restaurante japonés es uno de los más buscados, según la clasificación que ha realizado el portal de reservas Eltenedor.es, y que sitúa en Witty, en Barcelona, otro de los espacios para paladear un buen menú entre libros. En este caso, se puede colocar en la sección de literatura romántica, porque se trata del restaurante de un pequeño hotel perdido en el intrincado laberinto de calles del Barrio Gótico, en el que degustar platos de cocina creativa y, donde por cierto, no se admiten niños ni hacer fotos; un dato interesante para los enganchados a mostrar su dieta en Instagram.
Literatura de provincias
Fuera de los tradicionales cafés del Barrio de las Letras o de Lavapiés de Madrid o de los espacios más “cool” de Barcelona, la gastronomía con sorbos de literatura por provincias también escribe páginas interesantes.
Por ejemplo en Girona, en la Plaza Redondo del barrio Viejo, se encuentra la cafetería Context, con interesante terraza para cuando el sol sonríe, pero también con un interior plagado de libros, amenizado en ocasiones con música en directo o exposiciones itinerantes. En este centro cultural, se puede saciar también el hambre con una importante carta de tapas y de platos con embutidos de la zona, en una nueva muestra de que la alimentación también forma parte del acervo cultural de las personas y de los territorios.
Y Sevilla; con estas dos palabras terminó Antonio Machado su canto a Andalucía y allí culmina este recorrido por lugares en los que disfrutar de todos los géneros literarios, en concreto, en la librería “La Extravagante”, en plena Alameda de Hércules, donde se respira la atmósfera más alternativa de la capital hispalense.