A los lanzamientos de nuevas enseñas de restauración destinadas a conquistar el corazón de los más cafeteros se han sumado estos días la aprobación de la compra de Costa Coffee por Coca-Cola y la expansión por toda China de Luckin Coffee para quitarle la taza de café -o el vaso- a Starbucks.
La Comisión Europea ha dado luz verde a la compra de la empresa británica de cafeterías Costa Coffee (3.800 locales) por Cola-Cola, tras concluir que no generará problemas de competencia: “las compañías no venden los mismos productos y los vínculos entre sus actividades son limitados”, dice la Unión Europea, respecto a la entrada del gigante norteamericano en el mundo del café.
La operación, anunciada en agosto, está valorada en 3.900 millones de libras (4.368 millones de euros o unos 5.100 millones de dólares) y es la mayor compra en la historia reciente de Coca-Cola.
Con esta compra, Coca-Cola decidió apostar por el café en un momento en que las ventas de las bebidas azucaradas se encuentran a la baja y se posiciona así como competidora directa de Starbucks.
Café contra el gigante
Una lucha a la hora del café en la que no están solos. La empresa china Luckin Coffee prevé abrir 2.500 establecimientos en China durante este año con el fin de desbancar…. a Starbucks en el país asiático.
Busca convertirse en la principal cadena cafetera de China sumando esos 2.500 locales a los 2.000 que abrió en 2018, para superar los 4.500. Actualmente, la firma americana cuenta con más de 3.600 cafeterías repartidas por la geografía china.

Luckin vendió 85 millones de cafés a sus 12 millones de clientes durante el año pasado, y su cofundador Yang Fei asegura que mantendrá su modelo durante los próximos tres o cinco años.
La estrategia de la firma emergente es ofrecer fuertes descuentos a sus usuarios, que únicamente pueden pedir sus cafés mediante una aplicación en móvil u ordenador en la que se paga digitalmente -no aceptan metálico-, escogiendo posteriormente si se desea recoger la bebida en la cafetería o que sea enviada a domicilio.
Luckin, empresa fundada en noviembre de 2017 por la empresaria Qian Zhiya con el objetivo declarado de “vencer a Starbucks en China”, llevó a la multinacional estadounidense a los tribunales acusándola de monopolizar el creciente sector cafetero en el país asiático.