La flota atunera española ha pedido limitar el acceso de potencias pesqueras, sobre todo de Asia, a aguas del Atlántico o del Índico con una explotación excesiva. El objetivo es una actividad respetuosa con el mar y los derechos laborales.
Las organizaciones que representan a los atuneros -Anabac y Opagac, vinculadas a la patronal Cepesca– han defendido, en un encuentro con periodistas, iniciativas para garantizar la “sostenibilidad” en esta pesquería y que todas las flotas mundiales operen en igualdad de condiciones.
A corto plazo, el gerente de la Organización de Productores Asociados de Grandes Atuneros Congeladores (Opagac), Julio Morón, ha explicado que este sector defenderá actuaciones en esa línea en la reunión que celebrará la semana próxima en Malta la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT, en sus siglas en inglés).
Los socios del ICCAT abordarán, entre otras especies, la situación del patudo, un tipo de atún que está en un momento más “delicado”.
Por ello, los atuneros solicitarán que todos los barcos que lo capturan tengan “observadores a bordo”, un requisito que ya aplican los barcos de cerco españoles y que no es obligatorio dentro del ICCAT.

Pero la flota española también reclamará que en el Atlántico se “cierre el paso” a buques atuneros de países asiáticos, como Taiwán, China o Corea se operaban en el Pacífico y se están desplazando a otras aguas.
Morón ha explicado que ese límite debe aplicarse a flotas de grandes potencias, pero no debe impedir el desarrollo del sector nacional de zonas costeras de naciones como las africanas. Se trata de que todos los barcos cumplan las mismas exigencias a las que se someten los de la Unión Europea (UE)
Solicitarán, por otra parte, que el ICCAT prohíba los transbordos de pescado en alta mar a los palangreros asiáticos, una práctica que no ejerce la flota de la UE y que dificulta el control de las capturas.
El sector español en cifras
La flota atunera cuenta con 29 buques que generan 13.000 puestos de trabajo en España -a bordo y en las industrias- y 25.000 empleos en terceros países, en “buenas condiciones laborales”.
La flota española atunera ha invertido cuatro millones de euros en medidas para garantizar una pesca responsable
Por el contrario, según ha apuntado el gerente de la Asociación Nacional de Buques Atuneros (Anabac), Juan Pablo Rodríguez Sahagún, las flotas competidoras de Asia operan, como han denunciado algunas ONG, sin respetar derechos de los tripulantes, ni “estándares” sociales y sometiendo a los marineros en condiciones de esclavitud.
La flota española atunera ha invertido cuatro millones de euros en medidas para garantizar que esta pesquería se ejerce de forma responsable y que van más allá de las exigencias normativas.
Entre ellas figuran la instalación de cámaras o del “observador electrónico a bordo”, la formación de los marineros para evitar las capturas accidentales de tortugas o experiencias para ayudar a las naciones africanas a impulsar el combate contra la pesca ilegal.