El Obsevartorio de Innovación en Gran Consumo en España, del Institut Cerdà, ha elaborado su primer informe con la participación de 14 profesionales. Un análisis pormenorizado de las necesidades del sector de la alimentación que se pueden agrupar en estos diez puntos fuertes.
Además, este Observatorio ha destacado una serie de prácticas que ya llevan a cabo las empresas.
1. Digitalización, conectividad y automatización.
Internet de las cosas, inteligencia artificial, Big Data, drones, robots… todas estas herramientas han llegado para quedarse y tienen un papel importante en la industria del gran consumo. Acercar los elementos de la cadena, mejor gestión y más eficacia son algunas de sus oportunidades de un reto que será una obligación a corto plazo.
Ya se ven algunos avances, como la automatización el logística, los tractores autónomos, el blockchain para la trazabilidad de los alimentos o la conectividad en las tiendas, basada en el uso del móvil.
Buenas prácticas
Son ejemplos de esta tendencia la nueva fábrica 4.0 de Campofrio que puso en marcha después del incendio de su planta en Burgos o la transformación digital de Nestlé.
2. Explotación de datos para la toma de decisiones.
El principal reto para la innovación el gran consumo en este caso es saber cómo utilizar los datos para mejorar la gestión del negocio. Ya existen técnicas para combinar los datos internos con los del entorno para adecuar decisiones, pro ejemplo las decisiones de logística o transporte en función del tiempo o la meteorología.
Otras herramientas que ya se están llevando a cabo son la Inteligencia Artificial en el proceso de envasado, el uso del machine learning para la optimización de rutas o para medir el comportamiento/movimiento del cliente en la tienda.
Buenas prácticas
Hay programas pioneros como Origins, para el asesoramiento integral de la cría de animales sin antibióticos mediante una herramienta de matemática predicitiva puede mejorar los parámetros productivos y reducir el uso de estas sustancias.
3- Gestión eficiente y responsable de la cadena.
Se apuestan por cadenas cada vez más cortas, de cercanía, para reducir emisiones. De hecho, las grandes compañías han empezado a generalizar políticas de aprovisionamiento local, de medidas de bienestar animal, de reducción de la huella de carbono y el ecodiseño.
Buenas prácticas
En este caso es ejemplo el proyecto Covap 45, que a través de la recogida de datos en las propias explotaciones y mediante mediciones contribuye a la sostenibilidad económica, social medioambiental.
4- E-commerce
Se afianza en este sector, pero sigue siendo un reto para el gran consumo, con el debate para hacer competitivo estos servicios tras el balance de coste y calidad del mismo. En este sentido, se están automatizando almacenes para reducir costes y tiempos, ventanas de entrega en las tiendas físicas con más horario y se están incorporando los modelos de negocio de actores de la movilidad.
Buenas prácticas.
El electrodoméstico Wiplip, a través de los envases vacíos en el hogar, permite añadir el producto a una lista de la compra virtual, que el usuario puede modificar, realizar y decidir cuándo lo recibe.
5- Distribución onmincanal
Amazon, Alibaba, Rakuten… los gigantes del e-commerce ya han puesto sus ojos en este sector, lo que obliga a volver a definir todo y a apostar por los dos canales de compra, con actores cada vez más mezclados. Así, Amazon ha comprado tiendas físicas (Whole Foods) y Alibaba sus tiendas Hema. Al contrario, la distribución apuesta cada vez más por potenciar sus compras a golpe de clic. Se esperan crecimientos de entre el 7 y el 11 % en los próximos cinco años.
6.La transformación de las tiendas.
Con la competencia del canal on line, a las tiendas se les hace pasar por nuevas exigencias dirigidas a la facilidad en la selección de productos y en general, con la experiencia global.
Así se está trabajando en conceptos como sensaciones, la calidez, la iluminación, la inclusión de servicios multicanal -para recoger pedidos- o los espacios conectados -carros inteligentes, etiquetas aumentadas, aplicaciones con promociones o productos personalizados-

Buenas prácticas
En este caso, destaca el diseño de tiendas eficiente de Mercadona, para mejorar la experiencia del usuario, la situación de los trabajadores y con locales más ecoeficientes, con una reducción del 40 % respecto al modelo tradicional.
7. Productos para nuevos sectores
Una población más envejecida, con más alergias, más concienciada con la salud, buscadores de alimentos “funcionales”. Y con menos tiempo. Esta son las premisas con las que diseñan sus nuevos productos. Por ejemplo, imperan las propuestas “veggies” con más proteína vegetal.
Buenas prácticas
En este caso hay muchos ejemplos valorados como las margarinas 100 % vegetales, gelatina de yogur 0 % de Hacendado (Mercadona), helados de frutas y verduras o los platos preparados de Nestlé con proteína vegetal.
8- Innovación social
La cadena de gran consumo es un gran generador de empleo, por lo que tiene un gran fuerza para cosechar impactos positivos para vertebrar el territorio, favorecer el empleo de los colectivos más vulnerables o para promover una alimentación más saludable. Se está trabajando, por ejemplo, con un mejor cooperación con los productores locales, los programas de contratación a personas con discapacidad.
Buenas prácticas.
Proyecto Gira de Coca-Cola, para favorecer la empleabilidad de mujeres y jóvenes. O supermercados Eroski atendidos íntegramente con personas con discapacidad.
9- Desperdicio alimentario
Siete millones de toneladas. 3.000 millones al año. Los datos se conocen y se buscan soluciones, en todos los eslabones de la cadena. Por ejemplo, se han desarrollado aplicaciones para facilitar a la restauración la gestión de sus stocks o para avisar al consumidor de la fecha de caducidad de sus alimentos o de recetas sobre cómo aprovechar estos alimentos.
Buenas prácticas.
Tapper, una aplicación que favorece la reducción del desperdicio en el pequeño comercio, pues facilita que los alimentos perecederos próximos a ser retirados puedan ser adquiridos previa reserva a un precio más económico.
10- Una economía circular baja en carbono.
Revertir los efectos del cambio climático es una importante tarea en la que están comprometidos también los actores de gran consumo alimentario. Se está actuando en la recogida y reciclado de los productos usados por parte del fabricante, los envases con material reciclado o la obtención de energía a partir de residuos.
Buenas prácticas.
Proyecto Globaliti: Aporta soluciones tecnológicas al sector vitivinícola.