La instalación de dispositivos que inactivan las larvas de anisakis en los buques de pesca destaca entre las armas tecnológicas que quiere desarrollar la Administración contra el parásito.
El Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente fomentará el uso de “tecnología puntera” para combatir el anisakis. Entre otras medidas, quiere potenciar la instalación de dispositivos en los barcos que permitan inactivar la larva del parásito en las capturas.
La implantación de esta tecnología figura dentro de las actuaciones que las Administraciones públicas y el sector están impulsando frente a dicho riesgo alimentario, según un documento al que ha tenido acceso Efeagro
El texto resume los planes presentados por la Secretaría General de Pesca del Ministerio para reforzar la lucha contra el parásito, que fueron analizados en una reunión reciente con organizaciones de armadores, detallistas tradicionales y empresas de distribución.
Mensajes de tranquilidad
La Administración ha insistido en la necesidad de transmitir mensajes de “tranquilidad y seguridad” sobre uno de los riesgos alimentarios más mediáticos, porque actualmente existen los medios para controlarlo, resalta el documento.
El anisakis es un gusano que puede estar en el pescado y cuyas larvas pasan al aparato digestivo humano si el alimento se ingiere crudo o poco cocinado.
La regulación actual básicamente obliga a los establecimientos que sirven o venden comida a garantizar que los pescados que se comen crudos han sido congelados a una temperatura igual o inferior a -20 grados por lo menos durante 24 horas.
El Ministerio ha explicado que existe un plan de trabajo con acciones a corto, medio y largo plazo para mitigar aún más la incidencia de anisakis en el pescado y en el ecosistema.
La instalación de los dispositivos en los buques para inactivar las larvas figura entre las más destacadas.
Proyectos
Dentro de los proyectos actuales en este ámbito destaca “Parasite”, de la Comisión Europea (CE) y liderado por el Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo, sobre el impacto de la correcta gestión de las vísceras a bordo de los barcos.
En tierra, existen también proyectos tecnológicos como “Scanisakis“, un escáner de alta resolución para que un establecimiento pueda determinar el grado de infección de las muestras de pescado para que analicen el alimento.

A corto plazo, la Administración prevé también la elaboración de una norma UNE de prácticas correctas de manejo de las vísceras a bordo.
Además, continuarán las campañas de sensibilización de la población, las actualizaciones de las recomendaciones de las autoridades sanitarias y cambios en el programa de control de la higiene en la flota.
En cualquier caso, la Administración estima que la población alérgica está “adecuadamente asesorada por los profesionales médicos, en relación a las pautas de consumo de pescado”, reconoce el documento.
Gobierno y sector están fomentando y sensibilizando a los profesionales de toda la cadena alimentaria sobre los riesgos del pescado crudo o insuficientemente cocinado.