La campaña de comercialización 2014-2015 concluye el 30 de septiembre con bajas existencias para abastecer el mercado hasta que lleguen los nuevos aceites de oliva y elevados precios, especialmente para la categoría virgen extra.
Los oleicultores se preparan para afrontar la recolección desde finales de octubre -el día 1 del citado mes arranca la nueva campaña de comercialización 2015-2016-, y se mantiene la incertidumbre sobre las cifras de producción, aunque más consenso hay en la firmeza de los precios -salvo tensiones especulativas- y en que se mantendrá la caída de la demanda por la escasez del aceite y su encarecimiento.
A falta de aforos oficiales, todo apunta a una cosecha media en producción, tras un ejercicio marcado por un verano muy seco y con temperaturas récord que han dejado muchas aceitunas “como pasas”, según fuentes cooperativas. A finales de julio había tan sólo 330.700 toneladas de aceite en stock y, por primera vez -algo insólito-, los envasadores tenían en su poder más cantidad (183.400 t) que las almazaras (143.000 t).

Cuando se cierre la campaña actual de comercialización, el enlace de campaña se reducirá a 140.000 o 150.000 t, según calculan algunas fuentes del sector, una cifra con muy pocos precedentes y bastante escasa para abastecer a un mercado con salidas mensuales de 114.000 t hasta que lleguen los nuevos aceites de la temporada 2015-2016.
En todo caso, avanzar un aforo en estos días es muy complicado para las organizaciones del sector porque será la climatología de las próximas semanas la que marcará la producción de aceite que se logrará, más aún dada la irregularidad del fruto en el árbol, afectado por la sequía de manera desigual.
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