El Parlamento Europeo (PE) pidió hoy ampliar los controles de seguridad a un mayor número de materiales en contacto con alimentos, como los usados en envases, utensilios de cocina y vajilla.
El PE respaldó por 559 votos a favor, 31 en contra y 26 abstenciones una resolución no vinculante que denuncia que la falta de una legislación común en este ámbito relacionado con los alimentos causa problemas a consumidores, empresas y autoridades.
En la actualidad, recuerda la resolución, solo una parte de estos materiales, como por ejemplo los plásticos, han sido examinados a fondo para determinar sus efectos sobre la salud mientras que otros materiales como barnices, tintas o pegamentos no han sido analizados.
La eurodiputada Christel Schaldemose (S&D), ponente de la resolución, dijo que esos controles son “la única forma de asegurar que los materiales que están en contacto directo con la comida son seguros“.
Schaldemose denunció que sólo cuatro de los 17 materiales que están en contacto con los alimentos habitualmente están bajo jurisdicción europea mientras que el resto “quedan a disposición de la legislación de los Estados miembros“.
Leyes diferetnes para regular la alimentación
“Esto significa que el mercado común no es tal: algunos países tienen estándares más altos y otros más bajos. Sabemos por varios estudios que los envases están causando problemas de salud” afirmó.
La eurodiputada concluyó que “la seguridad alimentaria debe ser igual en toda la UE”.
Otros eurodiputados afirmaron que productos químicos que se drenaran a la comida “podrían poner en peligro la salud humana o cambiar la composición del producto”.
En la actualidad, sólo los plásticos, cerámicas, celulosa regenerada y materiales “activos e inteligentes” están cubiertos bajo legislación europea.
El PE indicó que la Comisión Europea debería priorizar la elaboración de una legislación europea para materiales como el papel y el cartón, barnices, metales y aleaciones, tintas de impresión y adhesivos y pegamentos debido al “riesgo que podrían tener el resto de materiales sobre la salud”.
El Servicio de Investigación del Parlamento Europeo (EPRS) estudió el riesgo de estos materiales y descubrió que gran parte de ellos todavía no han sido correctamente analizados, especialmente los productos utilizados para el “acabado” y sus posibles reacciones químicas.
También destacó que “existe un amplio consenso entre las partes” en que la falta de una legislación común es “perjudicial par la salud pública, la protección del medioambiente y el correcto funcionamiento del mercado interior”.