El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha abogado este martes por un regadío sostenible que use menos agua, incluso en circunstancias “difíciles” como las actuales, marcadas por la sequía.
Planas ha presentado en el Consejo de Ministros un informe sobre la política de regadíos sostenibles en el marco del plan de recuperación de la crisis y, en la rueda de prensa posterior, ha defendido que “el regadío sostenible y viable es absolutamente necesario” para la producción y la autonomía alimentaria de España.
Las más de 3,8 millones de hectáreas de regadío que existen en el país, el 23 % de su superficie cultivada, generan el 65 % de toda la producción vegetal y contribuyen a las exportaciones, según el informe, que apunta que el riego localizado ocupa ya más de la mitad de la superficie regada en España.
Planas ha afirmado que “no hay que reducir la superficie de regadío”, sino disminuir el uso de agua en la agricultura, con sistemas más modernos y eficientes.
Con las inversiones en regadío previstas en el marco del plan de recuperación, el Ejecutivo espera lograr un ahorro medio de agua de en torno al 10 % respecto a la situación de partida y un uso más eficiente de la energía, según el informe presentado este martes.
Planas ha explicado que también están previstas actuaciones para aumentar la utilización de otros caudales de aguas no convencionales como las recicladas y las procedentes de la desalación, cuyo coste “está cayendo por los precios más baratos de la energía”.
El Gobierno ha presupuestado 2.130 millones de euros de inversión público-privada en el periodo 2022-2027 para regadíos, el mayor volumen de las últimas décadas.
De esa cantidad, más de 1.250 millones de euros de inversión irán destinadas a más de 95 comunidades de regantes de las diferentes comunidades autónomas, con actuaciones en más de 750.000 hectáreas.
La modernización llegará así a 200.000 hectáreas de primera generación con vistas a ahorrar más agua y a 550.000 hectáreas de segunda y tercera generación, con mayor ambición ambiental y digital, según el informe.
Las ayudas podrán complementarse con otras para la digitalización de las comunidades de regantes, iniciativas del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) a favor de la innovación del sector agroalimentario y demás inversiones en fuentes de energía renovables e infraestructuras.