Estantes con purés infantiles industriales. Efeagro/Sandra Ruiz del Árbol

Estantes con purés infantiles industriales. Efeagro/Sandra Ruiz del Árbol

ALIMENTACIÓN INFANTIL

Los productos ecológicos ganan adeptos en la alimentación infantil

Publicado por: EFEAGRO/Belén Delgado 31 de octubre de 2020

El deseo de llevar una alimentación más saludable y sostenible ha calado en la oferta industrial destinada a los más pequeños, con la proliferación de productos ecológicos en un sector que dice ajustarse en todo momento a la normativa.

La empresa Smileat se decantó desde su fundación en 2015 por introducir ingredientes 100 % naturales, descartando el uso de sustancias como espesantes, colorantes, azúcar o sal añadida.

“Todo lo hacemos en fresco”, afirma a Efeagro uno de sus fundadores, Alberto Jiménez, que explica que su apuesta por lo ecológico implica comprar producción certificada como tal a agricultores y ganaderos, que deben cumplir normas “muy estrictas”.

De su fábrica de Navarra salen poco más de 20 sabores, utilizando una “tabla nutricional esencial” y envases que son en su mayor parte reciclables o compostables.

Un trabajador inspecciona una lata de fórmula para bebé. Efeagro/Jerry Lampen
Un trabajador inspecciona una lata de fórmula para bebé. Efeagro/Jerry Lampen

El directivo de Smileat destaca su oferta de snacks y bolsitas, formatos que, en su opinión, “funcionan muy bien” entre los padres “millennials” que tienen cierto nivel formativo y están preocupados por la calidad de su dieta.

Tendencia al alza

Según datos de esta empresa emergente, la cuota de mercado de la alimentación infantil ecológica ha crecido cinco puntos desde principios de 2020, hasta representar un 18 % del sector.

Su previsión es que este nicho de mercado siga creciendo en los próximos años, a pesar de la menor natalidad y la crisis económica derivada de la covid-19.

Cada vez un mayor número de supermercados, grandes superficies, farmacias, tiendas ecológicas, herbolarios y sitios web venden productos ecológicos para niños, que también son objeto de inversión por parte de pequeñas y grandes marcas.

Fuentes de la Asociación Nacional de Fabricantes de Productos de Dietética Infantil (ANDI) confirman que la principal tendencia actualmente está relacionada con este tipo de productos, cuyas compras crecieron un 21 % hasta los 13,2 millones de euros en 2018, si bien la cuota de mercado se sitúa en el 5 %.

El mercado de la alimentación infantil en España suma 57.930 toneladas y 227 millones de euros, de los que 120 millones corresponden a productos listos para tomar (potitos, postres lácteos, galletas, papillas líquidas y zumos); 83 millones, a leches infantiles; y 24 millones, a cereales, según los últimos datos de Mercasa.

La patronal añade que otras estimaciones más amplias, que incluyen leches en polvo o líquidas, cereales, papillas, tarros y bolsitas, elevan esta cifra a 259 millones de euros.

Desde la crisis económica de 2008, las fuentes destacan que el consumo promedio se ha recuperado “ligeramente”, pero todavía se encuentra por debajo de muchos países del entorno.

Innovación en la industria

ANDI, que representa a 13 compañías que emplean a más de 2.500 trabajadores en España, defiende que, independientemente del producto, están “constantemente a la escucha de las demandas de los consumidores y cumplen con rigor la más estricta regulación vigente“.

El marco normativo asegura que “todos los productos son nutricionalmente adecuados y sin riesgos para un consumidor potencialmente vulnerable”, añade la patronal, que resalta su trabajo en el desarrollo e innovación de la formulación de sus productos.

Frente a problemas crecientes como las alergias o el sobrepeso infantil, la patronal recomienda una buena educación, información y alimentación “desde el primer momento”, y precisan que en su etiquetado se marcan los alérgenos para quienes puedan presentar alergias o intolerancias alimentarias.

Los productos se adaptan a las necesidades de los niños según la edad: preparados para lactantes (0-6 meses); preparados de continuación (6-12 meses); preparados de crecimiento (12-36 meses); cereales, snacks y purés de frutas, verduras, pescados o carnes.

Una dieta variada

El especialista en nutrición pediátrica Carlos Sierra considera que los productos ecológicos son “una opción más”, pero lo importante es que cualquier producto cumpla los criterios de calidad estipulados y que la dieta sea “diversificada y equilibrada”.

El médico recuerda que, aunque el snack esté presente en el estilo de vida de las personas, resulta preferible no comer entre horas y cumplir un horario de comidas.

En caso de dar algo de comer a los niños a media mañana, es mejor optar por una fruta entera o algún producto elaborado en casa, frente a aquellos tentempiés que son “un complemento de calorías, sal, azúcares o grasas saturadas”.

Entre otras recomendaciones, Sierra destaca la importancia de introducir los diversos alimentos a una edad que no sea “ni muy precoz ni tardía” para reducir las alergias infantiles, así como evitar el exceso de proteínas en la dieta durante los dos primeros años de vida con el fin de prevenir la obesidad.