Felipe VI ha visitado las instalaciones de la planta, situada en el polígono Gamonal de la capital burgalesa, en donde prosiguen los trabajos que permitirán que esté plenamente operativa el próximo año, después de una inversión de 225 millones de euros.

“El logro que podemos ver y admirar es también un ejemplo de compromiso y eficacia”, ha elogiado el jefe del Estado, que ha estado acompañado de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría; del presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, y del presidente de Campofrío, Pedro Ballvé.

Después de que la nueva fábrica se haya levantado en un tiempo récord, Don Felipe ha subrayado que “a pesar del dolor y la confusión” de la plantilla y de los directivos, ambas partes afrontaron la situación con “verdadera entereza y una voluntad firme” para superar el daño causado por el fuego.

Acompañado por varios cargos de la compañía, el Rey ha recorrido algunas de las naves en donde ya se están haciendo pruebas en la cadena de producción.

Campofrío contaba antes del incendio con una plantilla de 774 empleados, que tras el proceso de jubilaciones y renuncia, va a quedar en 623 trabajadores, de los cuales 120 ya se han incorporado y el resto lo hará una vez entre en pleno funcionamiento la planta.

Después de este acto, el rey asistió a un almuerzo con motivo del 125 aniversario del Diario de Burgos.

El Rey también asistió a la entrega del III Premio Reino de España a la Trayectoria Empresarial, que en esta edición recae en José Antolín Toledano, presidente de honor del Grupo Antolín, una multinacional de origen burgalés dedicada a fabricar componentes de automoción.