Rodilla cumple 80 años, una “tercera edad” a la que llega con buena salud en su facturación -116 millones de euros en 2018, un 9 % más que el año anterior-, y con grandes planes de futuro: su desembarco en Miami y consolidar su expansión en España con fórmulas innovadoras como las electrolineras.
En una entrevista con Efeagro, la consejera delegada del grupo, María Carceller, sitúa a finales de mayo la fecha prevista de su primera apertura fuera de España, en la zona de Wynwood de Miami, con un modelo “similar” al del primer Rodilla que abrió en plaza Callao en Madrid, pues será obrador y tienda a la vez.
Si se cumplen los plazos previstos, al cerrar el ejercicio el grupo contará con cuatro establecimientos en Miami, una operación que recoge una inversión de unos 5,5 millones de euros y que de momento se abordará sólo con tiendas propias.

Carceller califica de “brutal” el reto de llegar a EEUU, y explica que la decisión de aterrizar con establecimientos propios tiene por objetivo “testar cómo funciona, cómo hay que operar” e ir aprendiendo para después pasar a la franquicia, tal y como están haciendo en su expansión por España después de que la cadena pasara la mayor parte de su historia concentrada en Madrid.
“De momento no se está pensando” en más mercados internacionales, aunque reconoce que si todo va bien se podría expandir el negocio desde Florida o que se convierta en el centro de operaciones (“hub”) para operar por toda Hispanomérica.
Rodilla y su expansión en España
Rodilla cuenta ya con 155 locales -93 en régimen de franquicia y 62 propios- tras las aperturas este año en Madrid, Barcelona, Tenerife, Santander, La Coruña o Mijas (Málaga).
La compañía prevé destinar 7 millones de euros este año a la expansión de su marca por España de cara a que al final de su Plan Estratégico -que vence en 2021- uno de cada cuatro establecimientos esté localizado fuera de Madrid.
Para conseguirlo, la estrategia de la empresa también pasa por negocios innovadores, como ya ha hecho en Canarias, donde se ha instalado en una electrolinera (una especie de gasolinera con puntos de recarga para vehículos eléctricos). Este establecimiento “funciona muy bien”, según la consejera delegada de Rodilla, quien avanza que su idea es “abrir más”.
Con una subida de las ventas en el último ejercicio del 9 %, hasta los 116 millones de euros, Carceller resalta las altas tasas de crecimiento que presentan los pedidos a domicilio (+35 % el pasado año) y los servicios de “catering” que ofrece el grupo (+76 % en 2018), aunque su peso es limitado en el marco de su facturación total.
De hecho, el “delivery” -segmento en el que Rodilla colabora con Deliveroo y Glovo y que está ayudando a la empresa sobre todo en la cena, cuando suele tener menos clientes en sus locales- representa apenas el 4 % de sus ingresos.
En términos de plantilla, el grupo cuenta en la actualidad con 2.200 trabajadores y espera rondar los 2.700 a cierre de 2018 si cumple sus previsiones, que pasan por abrir 30 nuevos locales a lo largo del ejercicio.
La “burbuja” inmobiliaria no afecta a Rodilla
En esta línea, preguntada sobre los comentarios de algunos analistas sobre el riesgo de burbuja en el sector de la restauración, Carceller defiende la estrategia “conservadora” de su grupo.
“Queremos crecer, nuestro plan es abrir 30 tiendas, pero siempre que las previsiones y los alquileres se puedan pagar y haya unas tasas de esfuerzo normales”, apunta.
Rodilla cuenta con la ventaja, destaca, de que tiene mucho mercado por abrir fuera de las grandes urbes, donde afecta menos la subida del precio de los alquileres.