La producción de roscones de reyes en las pastelerías se intensifica estos días y algunas mantienen los obradores a pleno rendimiento día y noche, en una campaña en la que se constata muy buena demanda, con tamaños y rellenos cada vez más variados y un repunte de las reservas y pedidos por internet.
Turrones, mazapanes, polvorones, chocolates, roscones y panettones no faltan desde hace semanas en los hogares españoles, que este año han aumentado las compras entre un 4 y un 7 %, según varios operadores del sector que coinciden en que los sabores clásicos siguen reinando en un negocio que no deja de innovar.
El tradicional roscón de reyes mantiene en esta Navidad atípica sus ventas en supermercados, aunque caen en el canal de la restauración por las restricciones de aforo por la covid. En las pastelerías artesanales se prolongan las colas de espera para adquirirlo, en líneas generales en tamaños más pequeños.
Con la llegada de los Reyes Magos se pone el broche final a unas fiestas navideñas que, en la mesa, tienen un “postre” generalizado: el Roscón de Reyes. Se espera vender hasta 29 millones de unidades de roscón -un 5 % más- mientras que los pasteleros artesanos reivindican su calidad.
España mantiene la tradición del Roscón de Reyes por todo lo alto. Este año se prevé vender 28 millones de unidades.
