La organización que agrupa a los comerciantes europeos de cereal (Coceral) ha rechazado las restricciones impuestas por Rusia a sus envíos de trigo, por considerar que “distorsionan” el mercado.
Coceral ha reaccionado así, en un comunicado, a las trabas que aplica Moscú desde este mes a la comercialización exterior de su trigo.
Desde el día 1, Rusia grava con un arancel (15 % más, 7,5 euros/tonelada) sus exportaciones del cereal, con el argumento de bajar los precios en su mercado interno y evitar la inflación.
Coceral ha pedido a las instituciones de la Unión Europea (UE) que actúen contra esta medida unilateral, porque frenará aún mas la capacidad de exportación de Rusia y alterará el mercado.
Piden no bajar la guardia

El presidente de Coceral, Paul della Tolla, ha manifestado que la UE no debería “bajar la guardia” respecto a las decisiones de Moscú, porque pueden tener “un efecto significativo” en la disponibilidad y en los precios mundiales de trigo.
“La UE debe ser firme condenando este tipo de medidas y debatir con las autoridades rusas para asegurarse de que los aranceles a la exportación no se prolongan más y se evitan en el futuro”, ha afirmado.
Los comerciantes han añadido que, aunque de momento hay existencias suficientes de cereal a escala mundial y perspectivas positivas de producción de EEUU y América del Sur, es necesario vigilar el alcance y las “consecuencias negativas” de la actuación de Rusia.