La Unión Europea (UE) ha propuesto al Reino Unido una negociación intensiva para lograr este mes un pacto sobre la relación tras el divorcio. Falta poco tiempo para agotar el plazo de la transición del Brexit. Cunde la inquietud en el sector agroalimentario y pesquero
“Lo que he propuesto al equipo británico es negociar intensivamente en el poco tiempo que nos queda para lograr, en torno a finales del mes de octubre, el acuerdo que deseamos, no a cualquier precio, pero el acuerdo que deseamos y que los dirigentes europeos desean”, declaró el negociador comunitario, Michel Barnier, en una rueda de prensa durante la cumbre europea que concluye este viernes en Bruselas.
En esa cita, los jefes de Estado y Gobierno de los Veintisiete abordaron el estado de las conversaciones sobre la relación entre Londres y Bruselas tras el Brexit, un diálogo en el que las posturas siguen separadas en ámbitos fundamentales, a pesar de que el próximo 1 de enero la legislación comunitaria dejará de aplicarse en el territorio británico y el Reino Unido será, de manera definitiva, un país tercero.
E acuerdo debe cerrarse mucho antes de fin de año, en las próximas semanas, para que entre noviembre y diciembre se lleve a cabo la ratificación parlamentaria del convenio en el Reino Unido y la UE, de forma que el pacto pueda entrar en vigor el 1 de enero, cuando habrá concluido la transición del Brexit.
Barnier insistió en que el club comunitario seguirá disponible “hasta el último día útil” para dar a las negociaciones “todas las opciones de tener éxito”.
“Diré mañana (al negociador británico) David Frost que estamos preparados para ponernos a trabajar de manera intensiva, acelerada, en los próximos días, a partir del lunes, para las dos o tres semanas que nos quedan por delante”, recalcó Barnier.
Movimientos de Londres
Antes de esas declaraciones, los mandatarios de los Veintisiete habían aprobado unas conclusiones en las que pedían “movimientos” a Londres para “hacer posible” un acuerdo.
Pese a ese llamamiento, el negociador británico, David Frost, dijo en Twitter que está “decepcionado” por las conclusiones y “sorprendido” porque en el texto no se precise que la UE está comprometida a trabajar “intensivamente” para lograr un acuerdo, a pesar de que Barnier sí mencionó esa idea ante la prensa.
Ante la falta de avances en áreas clave como las garantías para asegurar una competencia justa entre las empresas británicas y comunitarias, la gobernanza del futuro tratado o la pesca, los jefes de Estado y Gobierno también instaron a prepararse para la posibilidad de que no haya acuerdo.

Así, solicitaron a los Estados miembros, las instituciones de la UE y las partes interesadas, como las empresas, “intensificar su trabajo de preparación y disposición a todos los niveles y para todos los resultados, incluida la posibilidad de que no haya acuerdo”.
Recordaron que el acuerdo de retirada debe implementarse “en su totalidad y a tiempo”, después de que Londres haya presentado un proyecto legislativo que viola los aspectos relacionados con la frontera irlandesa de ese convenio.
Competencia y pesca
Barnier insistió en la importancia de contar con garantías para asegurar la competencia justa, una cuestión “fundamental” para el club comunitario, subrayó.
A Bruselas le preocupa que el Reino Unido modifique sus estándares sociales, medioambientales o sobre ayudas de Estado y que, de ese modo, las empresas británicas tengan ventajas de las que no pueden disfrutar las firmas asentadas en los Veintisiete.
Con un acuerdo sin aranceles ni cuotas, las compañías británicas pondrían en riesgo el funcionamiento del mercado único europeo sin las garantías de una competencia justa.
Sobre la pesca, Londres pretende restringir el acceso de los pescadores europeos a sus aguas y Bruselas mantenerlo como en la actualidad.
El negociador de la UE dijo que un acuerdo pesquero “pasa por un acceso a las aguas recíproco y estable”.
“Lo que pedimos a los británicos para acceder a sus aguas para nuestras empresas pesqueras (…) es lo mismo que los británicos nos piden en muchos ámbitos, como un acceso facilitado, abierto, a nuestro mercado para sus empresas. Pongo el ejemplo de la petición británica sobre el acceso a la interconexión eléctrica del mercado único”, comentó.
Inquietud en el sector agroalimentario y pesquero
La inquietud cunde entre las organizaciones del sector agroalimentario sobre el desenlace de las negociaciones.
En cuanto a la pesca, uno de los asuntos de mayor tensión, la patronal de armadores Cepesca ha pedido al Gobierno y a la UE “firmeza hasta el final y que jueguen todas las cartas disponibles” en la defensa del sector en la negociación del Brexit
Actualmente, 88 barcos de bandera española, con 2.150 tripulantes tienen la posibilidad de faenar en caladeros británicos, de acuerdo con Cepesca.
Los fondos de la UE incluyen una partida de 5.000 millones de euros para paliar las eventuales consecuencias de una falta de acuerdo del Brexit en el sector agroalimentario, pero el Gobierno español espera que haya un compromiso y no tener que utilizarlos.