Esta cifra, que no se alcanzaba desde el año 2006, supone haber logrado durante este último año "un mejor posicionamiento en el sector, además de servir de reconocimiento a la calidad y buen hacer de los productores de vino madrileño", según el consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Pedro Rollán.

Las ventas nacionales alcanzaron el año pasado 4.041.023 botellas, lo que supone un aumento de 445.827 unidades, un 12,4 % más frente a 2016, cuando se vendieron 3.595.196 unidades, dijo el 26 de enero Rollán durante su visita en Morata de Tajuña a las Bodegas Licinia, con un producción 100% ecológica.

De las 16.000 hectáreas de cultivo con que cuenta la región, 11.412 hectáreas son de uva para elaborar vino de calidad. De estas, 8.848 hectáreas son para vinos con Denominación de Origen Vinos de Madrid, repartidas en 59 municipios.

La región se estructura en tres grandes zonas productoras -Arganda del Rey, Navalcarnero y San Martín de Valdeiglesias- y el Gobierno regional está trabajando para incorporar una cuarta zona situada en El Molar, en el norte de la región.

La DO Vinos de Madrid cuenta con 50 bodegas asociadas, dos más que en 2016. Esta cifra se ampliará próximamente a 51 con la incorporación de una nueva bodega situada en Aldea del Fresno. La Comunidad de Madrid cuenta con 44 vinos con la marca M Producto Certificado. Colmenar de Oreja y Cadalso de los Vidrios son los dos municipios con más industrias dedicadas al subsector vinícola.

Rollán pone en valor "el esfuerzo que están realizando los bodegueros de la Comunidad de Madrid por recuperar el buen nombre de los vinos de la región y por la excelente labor llevada a cabo durante estos últimos años, situando a los caldos madrileños como un referente de calidad nacional e internacional".