Los expertos piden prudencia” tras detectarse “Xylella” en especies vegetales de Baleares y ven necesario “aprender a convivir” con esta bacteria, una de las más peligrosas que existen. Las comunidades autónomas desarrollan exigentes planes de prevención.
Las comunidades autónomas abordan uno de los mayores programas de prevención de las últimas décadas para blindarse frente a la entrada de la bacteria “xylella fastidiosa” desde Baleares, pero piden tranquilidad para evitar la “psicosis”.
Las autonomías adaptan y aplican a sus especificidades el Plan Nacional de Contingencia de “Xylella fastidiosa” -elaborado por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama), que complementa y desarrolla las medidas de la Unión Europea-, e incluye un Protocolo de Prospecciones para la detección precoz y un Programa de Erradicación, en caso de detectarla.
Las comunidades se juegan mucho -los efectos económicos y ambientales podrían ser enormes- y los trabajos de vigilancia son ingentes, si bien todos los análisis han dado negativos.

El gerente de Asaja-Baleares, Joan Simonet, quien aprueba el protocolo de contención del Gobern -se eliminan sólo los árboles afectados- y no quiere pensar que la UE pudiera obligar a la Comunidad, en el futuro, a adoptar un programa de erradicación, que supondría prácticamente “el final de los cultivos permanentes en Mallorca”.
“Los agricultores tienen inquietud, pero no hay una plaga masiva; el centenar de casos afectados son en su inmensa mayoría olivos, almendros y acebuches semi-abandonados, en zonas marginales. La bacteria no está atacando plantaciones sanas”, explica el gerente. Pide que los sectores no caigan en la “psicosis”.
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