Las organizaciones agrarias Asaja, COAG y UPA han convocado este lunes una manifestación el próximo 10 de octubre en Madrid para denunciar la “crítica situación” del sector productor olivarero “por las pérdidas que soportan, ante los bajos precios en origen”.
En un comunicado conjunto, las organizaciones han insistido en que esta crisis de precios “no obedece a razones objetivas de mercado, sino a maniobras especulativas que buscan ganar cuota hundiendo las cotizaciones en el campo”.
Según sus cálculos, esta situación afecta a más de 250.000 familiares de los olivareros y para luchar contra ella reclaman medidas que “reactiven los bajos precios en origen y garanticen un futuro digno para las explotaciones de olivar tradicional”.

Los datos que avalan la protesta
De acuerdo a los datos de ambas organizaciones profesionales agrarias, a pesar de que España es la principal productor de aceite de oliva el mundo “cuenta con los precios en origen más bajos de toda la Unión Europea (UE)”, incluso por debajo de costes. En este sentido, han recordado que el coste medio ponderado de producción de aceite de oliva en España, según el Consejo Oleícola Internacional, se estableció ya en 2015 en 2,75 euros/kg de aceite de media).
Citando datos de la Consejería de Agricultura de Andalucía, la campaña se inició en 2018 con una media de 3,53 euros/kilo, lo que suponía ya una bajada del 26 %.
A lo largo de 2019 ha continuado la tendencia bajista, y ha llegado en la primera semana de junio, según la misma fuente, a una media de 1,99 euros por kilo, un 44 % menos, “en un contexto internacional de menor producción, principalmente en los países extracomunitarios”.
“Por lo tanto, esta situación de precios no obedece a razones de mercado, ya que se trata de un sector en el que la demanda crece por encima de la oferta, sino a maniobras especulativas que buscan ganar cuota hundiendo los precios en origen”, han insistido desde Asaja, COAG y UPA.
Denuncian prácticas comerciales desleales
Por otra parte, ambas organizaciones han considerado que la falta de medios materiales y humanos “impide llevar a cabo los controles en materia de trazabilidad, que permitan garantizar la calidad y la pureza, impidan prácticas fraudulentas relacionadas con las mezclas de aceite y certifiquen que el etiquetado ofrece una información completa y rigurosa”.
Además, aseguran que existen “prácticas comerciales desleales de las cadenas de distribución, que utilizan el aceite de oliva como producto reclamo, tirando por tierra la imagen de un producto de excelencia y contribuyendo a la tendencia a la baja de los precios”.
En el comunicado han remarcado los 2,6 millones de hectáreas que se dedican en España al cultivo del olivar, en 400.000 explotaciones que generan 50 millones de jornales por campaña y 15.000 empleos en la industria