La Comisión Europea no tiene previsto imponer el veto a la pesca de arrastre en todas las zonas marinas protegidas, sino que quiere fijar una “hoja de ruta” para abordar el impacto de ese tipo de pesca, sobre la base de un “diálogo”, según precisó el portavoz de Pesca de la CE, Adalbert Jahn.
Preguntado por una reunión el domingo entre el responsable europeo de Pesca, Virginijus Sinkevicius, representantes del sector pesquero francés y el secretario de Estado del Mar de Francia, Hervé Berville, el portavoz indicó que la cita “fue una oportunidad para discutir con el sector los objetivos y el plan de acción” que prepara Bruselas y “aclarar malentendidos”.
En particular, dijo, sirvió para “clarificar que el plan de acción abordará primero retos muy importantes del sector pesquero”, entre los que citó la degradación del entorno marino, la dependencia de los combustibles fósiles o la manera de garantizar unas “condiciones equilibradas” con terceros países.
Sobre la pesca de fondo, el portavoz señaló que el objetivo del plan es “empezar un diálogo con las autoridades nacionales, regionales y sector en particular en los próximos doce meses para tener una hoja de ruta hasta 2030 para encontrar juntos soluciones a fin de abordar el impacto de la pesca de arrastre pero “no con objetivos vinculantes en este momento ni con legislación, sino con una invitación al diálogo”.

El comisario Sinkevicius dijo por su parte el domingo en un tuit tras la reunión con el titular francés y los representantes del sector galo que “proteger los ecosistemas y hacer las pesquerías más resilientes es un objetivo común” y que se han hecho “buenos progresos ya”.
No obstante, añadió, “nuestros esfuerzos conjuntos deben continuar”.
En ese contexto, Sinkevicius aseguró estar deseando profundizar más en el “diálogo”.
La Comisión Europea presentó en febrero un paquete de cuatro comunicaciones en materia de pesca: un plan de acción para la conservación de los recursos pesqueros, sendos informes de funcionamiento sobre la Política Pesquera Común (PPC) y sobre la Organización Común de Mercados y una comunicación sobre la descarbonización del sector.
En el primer debate de los ministros sobre ese conjunto de propuestas, el pasado marzo, una mayoría de países, incluidos España, Francia o Alemania, rechazaron la idea de prohibir la pesca de arrastre en todas las áreas marinas protegidas de la UE para 2030 y alertaron del impacto económico para el sector de una medida de tal alcance.
“Si esta propuesta llegara a llevarse a la práctica, estaríamos condenando la pesca artesanal francesa y europea y no de aquí a veinte años ni a diez años, sino mañana”, dijo entonces el secretario de Estado francés encargado del Mar, Hervé Berville.