La diferencia ha llegado a ser casi del 92 % a favor de la conserva con espárragos de origen extranjero, según un estudio realizado por la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Espárrago de Navarra.

Este análisis señala que de un mercado de unos 60 millones de espárragos blancos en conserva, sólo 5 millones (el 8,3 %) son de origen español.

Más reciente es un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que en 2021 analizó 26 conservas de espárragos blancos enteros de categoría extra y calibre grueso o muy grueso, obteniendo como resultado que 15 de los analizados señalaban en su etiquetado que procedían de China o Perú, y el resto tenían su origen en España.

Muchos de los espárragos de importación se envasan en fábricas conserveras españolas, de acuerdo al estudio de la OCU, que se ceñía a los espárragos de calidad superior.

Sin embargo, la secretaria de los Consejos Reguladores del Espárrago de Navarra, Ana Juanena Lazcano, ha señalado a Efeagro que lo habitual es que se importe la conserva ya elaborada en el extranjero, en su totalidad, y no sólo la materia prima.

"Cultivar, envasar y traer (la conserva) a España es más barato que hacerlo aquí, porque se demanda mucha mano de obra en el campo y en la conservera, y en países como Perú o China la mano de obra es más barata", comenta Lazcano.

Según la OCU, los productos de importación llegan a tener una calidad comparable y son mucho más baratos para el consumidor, pero no garantizan el empleo local y tienen una mayor huella de carbono ya que la distancia al consumidor final es mayor.

Por ley, las empresas importadoras de conserva de espárragos deben indicar el país de origen en la etiqueta.

La conserva de espárragos blancos es la segunda conserva vegetal más consumida en España, detrás del tomate y por delante del maíz dulce, los pimientos y los champiñones, según la OCU.