La fruta de hueso, entre la que resalta el inicio en la recogida del melocotón y del albaricoque, comienza la campaña con estabilidad tanto en precios como en previsión de producción, sin embargo, la falta de disponibilidad de agua amenaza con perder todos los árboles.
La última reforma laboral no ha frenado -ni ayudado a que se resuelva- uno de los problemas más graves para el sector de la fruta de hueso: la escasez de recolectores en momentos puntuales, como ha ocurrido este año en Andalucía, una situación que se repite en España cuando hay plena producción.
La previsión inicial de un recorte de la producción de fruta de hueso se ha cumplido -excepto para la ciruela- y los precios, razonables, no se han disparado como era de esperar, lo que ha creado desilusión en un sector que mira con incertidumbre al futuro y pone de nuevo el foco en la distribución.
La campaña de fruta de hueso, que ha comenzado en mayo en las zonas de producción temprana de Murcia y Andalucía, se “ha iniciado con unas buenas perspectivas, sobre todo tras los resultados del año pasado, cuando la elevada demanda supuso incrementos de consumo”.
La situación del mercado y los precios en origen siguen siendo un quebradero de cabeza para los fruticultores y mientras esperan para la sandía unas cotizaciones razonables, expresan sus quejas por la estrategia de la distribución para el melón y directamente hablan de desánimo en la fruta de hueso.
La producción española de melocotón, ciruela, albaricoque y cereza rondará este año las 1,43 millones toneladas. Es un 14 % más que en 2018.
Tras un febrero muy seco, el campo agradece las lluvias de abril, sobre todo los cultivos de herbáceos, olivo, vid y frutales. Las heladas y el temporal en la Comunidad Valenciana han dejado pérdidas puntuales en almendros y variedades tempranas de fruta de hueso.
La campaña de melocotón y nectarina europea, que se reparte entre España, Italia, Grecia y Francia, alcanzará este año un volumen de 3,67 millones de toneladas, un 8 % menos que en 2017, según las previsiones hechas públicas ayer en una jornada sectorial organizada por Afrucat.
El Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama) realizará un seguimiento estrecho de la próxima campaña de fruta de hueso, que viene con retraso. Avanza que habrá menos melocotón temprano por las heladas y prevé una caída productiva en las zonas más tardías.
Agricultura y organizaciones agrarias están de acuerdo sobre la necesidad de reestructurar el sector de fruta de hueso. Ahora el debate de propuestas gira en torno a si es necesario o no un plan de ayudas para el arranque de melocotoneros.
La situación de sequía, la erradicación de la bacteria que pone en peligro nada más y nada menos que al sector del olivar, la nueva crisis del sector alimentario tras la aparición de un pesticida en huevos en Holanda o las negociaciones sobre la nueva Política Agraria Común (PAC) serán las claves de este curso político.
El sector español de fruta de hueso estudiará este otoño cómo hacer frente a los bajos precios en origen que percibe desde hace años -sobre todo desde el inicio en 2014 del veto ruso a la importación de fruta comunitaria- y que en 2017 han tocado fondo ante la abundante oferta.
La Comisión Europea (CE) publicará esta semana el reglamento con el último paquete de ayudas excepcionales para la fruta de hueso. El Consejo informal de ministros de Agricultura que se celebra desde ayer en Tallín (Estonia) ha tratado esta medida en una agenda también marcada por los huevos contaminados, el “brexit” y Mercosur.
El secretario general de Agricultura y Alimentación del ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Carlos Cabanas, ve “difícil pero no imposible” que la Comisión Europea (CE) acceda a incrementar el cupo de retirada de fruta de hueso en España para equilibrar el mercado.
Los productores de melocotón podrán notificar al FEGA a partir del 25 de julio sus solicitudes para el último cupo de ayudas para transformación en zumo.
