Arranca una nueva legislatura en la que el sector pesquero tendrá que ir de la mano del Gobierno para superar los obstáculos y desafíos que están en el horizonte. Asegurar la sostenibilidad de la actividad será crucial.
El sector pesquero español tendrá la vista puesta durante esta legislatura en numerosos asuntos que afectan a su futuro, con la sostenibilidad de la actividad como objetivo prioritario. Una sostenibilidad que, como en otros ámbitos, tiene que alcanzarse en el aspecto medioambiental, económico y social aunque sea el primero en el que muchas veces se pone el foco.
La sostenibilidad, esencial
Esa sostenibilidad ambiental está ya trabajada gracias a la consecución de los niveles de Rendimiento Máximo Sostenible en muchas especies -por ejemplo, en el Atlántico nordeste-. Para seguir avanzando en este asunto, será crucial que el sector, el Gobierno, la UE y los diferentes organismos internacionales sigan comprometiéndose en estos avances, basándose para ello en los estudios científicos al respecto.
El sector seguirá pidiendo que se combine la viabilidad medioambiental con la económica y social: alcanzar ese equilibrio para que haya actividad pesquera dada la importancia económica que tiene para numerosas zonas costeras españolas, muchas de ellas enclavadas en zonas rurales que dependen para ello de su subsistencia.
‘Brexit’
Sin duda alguna, es el reto más inmediato que se presenta. El Reino Unido saldrá de la UE este próximo 31 de enero y todavía hay muchas dudas sobre cómo quedarán realmente las relaciones o, más concretamente, el acceso a las aguas británicas -cuya importancia es esencial para una parte de la flota española que tiene actividad en caladeros como el Gran Sol-.
Más que a nivel del Gobierno español, este asunto se dirimirá a nivel comunitario ya que la intención de la UE y el Reino Unido es que el acceso a las aguas y las cuotas se decida en el contexto de la asociación económica global entre UE y el país británico. No obstante, España tendría que tener peso en las posiciones negociadoras que mantenga el club comunitario y seguro que el sector así se lo pide.

FEMP
El Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP) para el período 2021- 2027 tiene que negociarse y el Gobierno de España estará atento a las exigencias de la pesca. Los armadores y las cofradías piden por ejemplo que, como mínimo, se mantenga la mismas cuantías presupuestarias y que se permita la modernización de los barcos, sin que estas mejoras se consideren como un incremento de la capacidad de pesca. A qué se destinan las ayudas es otro de los caballos de batalla; de hecho España y Francia presentaron una posición conjunta en mayo pasado sobre la distribución y gestión del próximo FEMP.
Entre las peticiones, que la mayor parte de los fondos acaben en manos del sector pesquero, restringiendo así las ayudas a otras áreas vinculadas con la pesca, como la energía o las infraestructuras. También piden más flexibilidad, que recoja menos trabas administrativas, establezca una nueva definición de flota pesquera artesanal o que incremente los porcentajes de financiación de programas y siga teniendo en cuenta a la industria conservera.
Descartes, TAC y cuotas
La prohibición de descartes a bordo no es nada nuevo: ya se instauró para todas las especies desde el 1 de enero de 2019 pero habrá que estar muy pendientes a cómo siguen aclimatándose los pescadores a esta exigencia y si es necesario, a lo largo de estos años, hacer una revisión al respecto.
Los repartos de TAC y cuotas para las distintas poblaciones de especies comerciales es una asignatura anual que cada año se “batalla” en la Unión Europea y en la que cada Estado miembro tiene que blandir sus dotes negociadoras para llevarse a casa lo mejor para su flota.
Estos y muchos otros asuntos y retos serán los que tengan que gestionar día a día el equipo de Luis Planas, que sigue al frente de la cartera de Agricultura, Pesca y Alimentación, una continuidad que ha sido aplaudida por armadores y cofradías.