Analistas, expertos y representantes de las administraciones participaron ayer en la jornada "El sector agrícola ante la nueva coyuntura política europea", organizada por Agronegocios y patrocinada por  la división de protección de cultivos de BASF con la colaboración del Mapama.

En su intervención sobre los retos de la agricultura española en el horizonte 2030, el director general de Producciones y Mercados Agrarios, Fernando Miranda, apuntó el cambiante escenario.

La Unión Europea tendrá que perfilar su modelo de integración para la próxima década, que no se clarificará hasta 2019, con un nuevo Parlamento y Comisión europeos, con el Reino Unido ya fuera del club comunitario y con un marco financiero plurianual que incidirá en la orientación de las políticas comunes, según detalló Miranda.

Para la próxima década, Miranda augura una "revolución verde" en la agricultura y ganadería, con un cambio profundo en la forma de producir, más compatible con el medio ambiente, que vendrá de la mano de las nuevas tecnologías y el "big data" para ganar en eficiencia.

Influencias externas

La volatilidad de los mercados está para quedarse, aseguró el jefe de Unidad adjunto de la DG Agri de la CE, Ricard Ramón i Sumoy, tras defender una PAC que apoye a las rentas de los productores. A su juicio, el sector tendrá que responder a un escenario internacional con mercados inciertos y "fuertes influencias externas"; mejorar los estándares ambientales y responder al problema del cambio climático.

Las políticas de gasto en la Unión Europea (UE) deberán ajustarse en el futuro a nuevos parámetros como el enfoque a resultados, a que contribuyan a las prioridades comunitarias, a la simplificación y a la "subsidiariedad" o generación de "valor añadido europeo".

Sobre los objetivos de la futura PAC, la CE quiere proponer un sector "smart y resiliente", reforzar sostenibilidad ambiental y resiliencia climática y potenciar el tejido económico rural, añadió.

"Campo de Batalla"

Por su parte, la eurodiputada del PP Esther Herranz anticipó"un campo de batalla" de cara a la PAC post 2020 entre los Estados de la UE por las tensiones sobre la ficha financiera.

En su alocución, Herranz abogó por un presupuesto fuerte para la PAC y exigió que se potencien controles en fronteras "eficientes" para evitar, por ejemplo, la entrada de plagas o enfermedades por puertos europeos como el de Rotterdam.

Para la directora de la división de protección de cultivos de BASF, Silvia Cifre, España debe jugar un papel relevante en el futuro de las discusiones en la UE sobre agricultura para defender sus especificidades y para cubrir el hueco que dejará el Reino Unido en la defensa de criterios "técnicos y científicos".

Sobre las incertidumbres presupuestarias, el economista agrario Tomás García Azcárate, recordó que "no hay dinero ni agua para todos y para todo en la UE" y, así, "habrá que fijar prioridades sobre qué tipo de agricultura y agricultores queremos".

Si se llegará a una futura PAC "low cost", se debería estimular la cadena alimentaria, lograr un reparto equitativo del valor, priorizar acciones colectivas y fomentar innovación, opinión.