Son nueve regiones y pertenecen a Francia, España y Portugal. Son las regiones ultraperiféricas, una parte fundamental de la Unión Europea. En el caso de España, las islas Canarias son un conjunto de valores agronómicos, culturales, turísticos y climatológicos que tienen que lidiar con las dificultades de transporte y logística derivados de su situación geográfica.
Con grandes valores como ejes comerciales por su situación geográfica, potentes producciones vegetales y una climatología de carácter tropical las regiones ultraperiféricas cuentan con innegables potencialidades. Sin embargo, su lejanía del continente les genera problemas específicos, sobre todo de transporte y logística, a los que la Comisión Europea (CE) responde con diferentes líneas de ayuda.
En el caso de las islas Canarias, el sector agroalimentario cuenta con POSEI. Un Programa Comunitario de Apoyo a las Producciones Agrarias de Canarias por las que el archipiélago recibe 303 millones, que reparte entre 15.000 preceptores, para paliar estas dificultades
El caso más paradigmático es el Plátano de Canarias, una fruta con alto valor nutricional que lucha por mantenerse en el mercado sin perder el respeto a la tradición del cultivo. Pero también se producen tomates -con grandes innovaciones en su producción y mercado en todo el mundo, vinos y quesos de sabores únicos, carnes, flores…
En la Aldea de San Nicolás, al Oeste de la isla de Gran Canaria viven más de 7.000 personas y el 80 % tiene relación laboral directa o indirecta con la cooperativa de la zona, Coagrisán. En sus instalaciones, se recoge y comercializan diferentes productos, pero es el tomate canario, en cultivo hidropónico, con polinizadores naturales y bajo malla, el principal producto de la zona, detalla el presidente de la cooperativa de Coagrisán, Juan José del Pino.
Cada años se producen unos 19 millones de kilos de tomate, con unas características "especiales" por la luz y el clima, que se envían desde el Reino Unido a Holanda o Escandinavia. Las ayudas que llegan desde la UE son fundamentales para hacer posible “el viaje” de estos tomates, que tienen 60 días de vida útil y que obtienen su mayor rentabilidad en el mercado de octubre a mayo.
Para el Plátano de Canarias su supervivencia está directamente relacionada con las ayudas que reciben, de unos 33 céntimos por kilo. De su cultivo, que se hace de manera manual, dependen directa o indirectamente unos 15.000 empleos en las islas.
El responsable de comercialización y exportación de plátano de Canarias, Javier Carmona, explica que se trata de un sector con más de 120 años que está "muy arraigado" en el territorio. En algunas zonas rurales, de acuerdo a sus datos, llega a suponer el 30 % del empleo local, lo que provoca que sea considerado como "un sector estratégico para la economía" de las islas.
Canarias general al año 400.000 toneladas de plátano, que cultivan unos 8.000 productores, en 8.900 hectáreas. El 95 % se comercializa en España y cuenta con una Indicación Geográfica Protegida desde 2013. En su futuro más próximo temen que haya saturación del mercado de plátano y banana en la Unión Europea. Recientemente, la Dirección General de Comercio confirmó el compromiso de no reducir el arancel de 75 euros por tonelada aplicado actualmente a la importación de banana de terceros países.
Los problemas derivados del envejecimiento de los agricultores y ganaderos también se suceden en las islas canarias. Hay jóvenes que aún así se deciden a mantener las explotaciones, y aunque es una vida sacrificada les compensa la independencia de tener su propio negocio o el modo de vida.
Es el caso de Francisco Javier González, que hace cinco años decidió encargarse de una explotación de ganadería extensiva con 200 ovejas canarias en el interior de la isla de Gran Canaria. Cada día, tiene que dedicar seis horas al pastoreo, más el ordeño y la elaboración de sus quesos. Aunque reconoce como fundamental la ayuda que llega para la incorporación de jóvenes, apunta a un exceso de burocracia y a la necesidad de buscar soluciones para facilitar la vida a los productores y, de esta manera, que se animen más jóvenes. Este verano han tenido que hacer frente también a otra tragedia, el incendio en la isla que calcinó parte del terreno y que ahora obliga a alimentar a las ovejas con pasto extra. Reciben ayudas para adquirir 1,2 kilos de pasto por animal. Afortunadamente no perdieron animales y la solidaridad afloró entre los ganaderos de la zona.
Las regiones ultraperiféricas, las Islas Canarias en el caso de las españolas, siguen en el trabajo duro agroalimentario, peleando por mantener la actividad en sus pueblos gracias a unos alimentos, que con un poco de ayuda, comprensión, formación y apoyo, seguirán en los lineales de los supermercados europeos y podrán acceder a los de todo el mundo. EFEAGRO
