El Brexit, la pandemia y la competencia creciente por los precios marcan el comercio del bacalao, el pescado tradicional de Semana Santa al que se dedican en que en España empresas armadoras e industrias, que pujan en un mercado pesquero muy concurrido en Europa.
La flota española bacaladera consta de cuatro buques bacaladeros que faenan en Noruega, en el océano Ártico o el Atlántico norte (aguas NAFO) y gran parte de sus capturas de bacalao se destinan al mercado británico, por lo que el Brexit ha condicionado su actividad.
El presidente de la Asociación de Armadores de Buques de Pesca de Bacalao, Agarba, Iván López, explica a Efeagro que esta especie, una de las principales para la flota europea, es una “commodity” o materia prima que cotiza al ritmo del despacho de los “fish and chips” (pescado con patatas fritas, en inglés).
Pero resalta las consecuencias de la pandemia, porque aunque ha subido el consumo en los hogares, los españoles ingieren bacalao sobre todo en hostelería.

Por ello, recuerda, si antes del coronavirus el pescado estaba casi vendido cuando se descargaba, las operaciones son ahora más lentas, hay que almacenarlo y eso “se nota en los precios”.
Además, la flota española ha diversificado clientes fuera de las islas británicas, porque otros países ofrecen precios más ajustados “a la situación actual”, según Agarba, cuya flota también comercializa bacalao con el sello sostenible MSC.
Una industria exportadora e importadora
Unas 40 empresas españolas se dedican a elaborar bacalao fresco, congelado o salado y lo exportan a Portugal, Italia y Francia, según la asociación de fabricantes y salazones (Anfabasa), integrada en la patronal conservera Anfaco.
A su vez, España importa este pescado de los Países Bajos, Islandia o Noruega.
El precio de la materia prima acrecienta cada vez más la competencia en el mercado español, según declara Efeagro el secretario general de Anfaco, Juan Manuel Vieites.
Resalta la afluencia de “competidores de Noruega o Islandia que quieren subir el coste de la materia prima para luego ellos vender sus transformados” y reconoce que ahí los fabricantes españoles deben hacer un “esfuerzo de negociación” y de búsqueda de suministro para poder concurrir en los mercados.
Según la patronal, el sector de salazones, dirigido principalmente a la restauración, se ha visto impactado por el cierre de bares y restaurantes, por lo que algunas empresas han aprovechado para potenciar la venta en Internet, directamente a los hogares, y reforzar su presencia en la distribución minorista.
Según los datos de Anfabasa, el consumo de bacalao repunta ligeramente en Semana Santa pero hay una tendencia a la “desestacionalización”, positiva para la industria, que tiene como desafío renovar la imagen tradicional y promocionar este pescado entre los jóvenes.
Andalucía, Cataluña y Madrid, mayores consumidores
En el último año móvil hasta noviembre de 2020, el consumo de bacalao en los hogares subió un 9 % en volumen y un 15 % en valor respecto al mismo período anterior, según los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación manejados por Anfaco.
La industria constata un incremento en la categoría del congelado, del 16 % en volumen, y del 24 % en valor, y del bacalao fresco (3,5 % en volumen y 7,5 % en valor).

Además, en 2020 el momento de mayor compra fue en abril y marzo, porque se mezclaron el confinamiento, la cuaresma y la Semana Santa.
Andalucía, Cataluña y Madrid son las autonomías que más bacalao consumen.
En cuanto al salado -tradicional-, el consumo se ve superado por el bacalao “no madurado en sal”, variedades que los expertos han llegado a comparar como jamón serrano o cocido.
España, clave para el bacalao noruego
El director del Consejo de Productos del Mar de Noruega en España, Bjørn Erik Stabell, resalta a Efeagro la importancia de que la Semana Santa coincida con la temporada del “skrei”, bacalao fresco noruego, que solo se vende entre enero y abril.
El consumo doméstico en los hogares españoles de skrei ha subido en las tres últimas Semanas Santas un 20 % respecto a los dos meses anteriores.
En 2020, las ventas de bacalao fresco noruego al mercado español crecieron un 25 %.
Noruega comercializa, además, bacalao salado en Portugal y Brasil, donde la Pascua también es importante