Este 28 de mayo el olivarero torreño José García quiere aupar al PP por primera vez a la Alcaldía de la localidad jiennense de Torreperogil (7.200 habitantes) y con ello asaltar este bastión del PSOE que se le resiste, algo que le obligaría a alternar su labor agraria con el despacho de alcalde.
Dentro de los “alcaldables” de las distintas formaciones que son agricultores o ganaderos en estos comicios, destaca el perfil de García porque lleva años dedicado a la política en su pueblo sin dejar a un lado su pasión por la aceituna y por el aceite de oliva, según cuenta a Efeagro.
García es consciente de que lo tiene difícil en este municipio gobernado por la izquierda desde la llegada de la democracia a España, pero tiene esperanzas porque los populares ganaron por un centenar de votos a los socialistas en las elecciones autonómicas de 2022.
Eso, unido a una candidatura “renovada al completo” y al “efecto Juanma Moreno”, le hacen confiar y tener “muchas ilusiones” de cara a conseguir el bastón de mando para los próximos cuatro años.
Político por vocación desde 2003, es la segunda vez consecutiva que encabeza la lista del PP en este municipio y es consciente de la importancia del municipalismo para el sector primario a pesar de que muchas políticas vienen de administraciones superiores y de que las grandes partidas económicas llegan al campo desde Bruselas.
Pero sabe que los consistorios tienen margen de maniobra a la hora de arreglar los caminos rurales, pedir servicios de guardia rural en las explotaciones o de incentivar la diversificación de cultivos apostando, por ejemplo, por la vid más allá del olivo.

Se lamenta, eso sí, de que los ayuntamientos tengan “recursos muy limitados” a pesar de que es la primera administración a la que acude un agricultor “cuando tiene algún problema” ya que es la “más cercana”.
Más allá de su agenda agraria, este candidato a la Alcaldía torreña aspira a generar una bolsa de trabajo que esté permanentemente abierta, contar con un servicio de policía local las 24 horas del día o la creación de un centro de día para personas mayores.
Si los vecinos le dan su apoyo, García no tiene pensado dejar el campo, más bien, quiere continuar con él y se ve capacitado de seguir gestionando autónomamente su olivar.
El campo “está mecanizado” lo que le facilitaría compaginar ambas labores pero, en todo caso, no renuncia a contratar a “una o dos personas” si son necesarias para no desatender su trabajo agrícola.
Y es que a pesar de su ilusión política y de que que las últimas campañas del aceite han sido “muy malas”, no quiere dejar atrás su labor en el campo, su profesión que le une a su tierra y al pueblo que aspirar a gobernar.