Los importadores de vino español en China destacan el gran momento y el futuro optimista de este mercado, donde cada vez hay más conocimiento sobre el vino y más demanda de diferentes variedades y estilos
Las jornada final de la feria Top Wine China 2018 cerró ayer la presentación en Pekín de las últimas novedades de los principales países productores a distribuidores y vendedores de un sector cada vez más dinámico gracias al empuje de los consumidores jóvenes de la pujante clase media.
La presencia española en la feria, organizada por el ICEX, fue de 14 importadores o bodegas, que se mostraron muy satisfechos de la marcha del negocio en el gigante asiático.
China importó 746 millones de litros de vino en 2017, por un valor de 2.780 millones de dólares, según datos oficiales de las aduanas de este país. Esto supone un aumento interanual de casi el 17 % pero también prácticamente doblar las importaciones de 2013.
En cuanto a España, los envíos de vino a China se han incrementado un 4,2 % en los dos primeros meses del año, un período de bajos movimientos porcentuales debido a la festividad del Año Nuevo Chino.
China “es un mercado que tiene un buen futuro”, afirmó a Efe Chen Jiebin, cofundador y copropietario de Spimor, una importadora y distribuidora de vinos y licores españoles basada en la ciudad sureña de Cantón.

“Hasta hace poco tiempo la gente no conocía mucho de vinos, pero ahora cada vez la gente tiene más conocimiento, muy profesional, y sabe apreciar un buen vino. Y puede gastar hasta 1.000 o 2.000 yuanes (135-270 euros) en una botella”, añadió.
Chen explicó que la progresión meteórica del vino en China ha sido impulsada en gran medida por los jóvenes profesionales de la cada vez mayor clase media, que huyen del “baiju” tradicional, un licor muy fuerte que puede tener hasta 65 grados.