Si vives o trabajas en Madrid y la vuelta a la rutina ya ha hecho de las suyas; si ya no te acuerdas ni de las vacaciones y necesitas alejarte del asfalto… Con sólo escaparte unos kilómetros puedes renovarte. Te proponemos una pequeña ruta para luchar contra el choque urbano y respirar naturaleza y tranquilidad rural.

Tierra de buenos vinos, aceite, cordero y miel, La Alcarria tiene mucho que ofrecer. No por casualidad inspiró en su día al Nobel de Literatura Camilo José Cela en sus crónicas de “Viaje a la Alcarria”.

A muy pocos kilómetros de Madrid puedes refugiarte del mundanal ruido en esta localidad manchega. Una vez pasadas sus fiestas, Horche amanece casi como un pueblo fantasma, donde sólo se escuchan las hojas de los árboles ondeadas por el viento. Puedes escaparte a una casa rural (Casa Rural Andrea) donde la dueña te acogerá con una gran sonrisa, y descubrir el Patrimonio Histórico-cultural de esta localidad. Parte fundamental de él con sus bodegas, conservadas desde el siglo XV y principios del XVI. Los fines de semana hay visitas guiadas desde la oficina de turismo, de la mano de sus dueños, que te darán a conocer los secretos de su elaboración artesanal.

Si queremos disfrutar del paisaje de La Mancha merece la pena coger carretera y manta y hacer algunas paradas. La ruta desde Horche hacia el norte depara sorpresas interesantes. Pastrana, una de las poblaciones mas destacadas de Guadalajara, declarada conjunto histórico y con importantes monumentos cargados de historia.

Más hacia el norte llegamos a Sacedón, una de las localidades que enmarcan el llamado“Mar de Castilla”. Un conjunto de embalses perfecto para la práctica de deportes náuticos. Al encontrarse a solo unos kilómetros de Madrid, este “mar” de La Alcarria es un destino apetecible para pasar unos días de navegación. De hecho, la escuela náutica de Entrepeñas ofrece todo tipo de cursos y prácticas tanto a motor como a vela.