Unos 30 millones de alumnos mexicanos vieron suspendidas sus clases desde este viernes para evitar la propagación del COVID-19, una medida que implica un desafío para garantizar la seguridad alimentaria en muchos escolares.
Unos 30 millones de alumnos mexicanos vieron suspendidas sus clases desde este viernes para evitar la propagación del COVID-19, una medida que implica un desafío para garantizar la seguridad alimentaria en muchos escolares.