El científico Rattan Lal, premio Nobel de la Paz y Premio Mundial de Alimentación, apostó hoy por el cumplimiento de las previsiones de la ONU para que la degradación neta del suelo sea cero en 2030.
Lal, considerado como la máxima autoridad mundial en materia de suelos, hizo esta apuesta en una reunión con el Comité Asesor de Comunicación del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), del que forma parte Efeagro.
El investigador estadounidense, de origen pakistaní, director del Centro de Gestión del Carbono y Captación de la Universidad del Estado de Ohio (EEUU), dijo que en la actualidad el treinta por ciento del mundo está degradado y afirmó que el estado más crítico de esta situación se pone de manifiesto en El Caribe, en el África Subsahariana y en el Sistema de Los Himalayas.
AGOTAMIENTO DE LOS NUTRIENTES
Destacó que una de las causas de esta situación límite es el agotamiento de los nutrientes debido a prácticas agrícolas que hace que todos ellos desaparezcan del suelo sin que se devuelva a él biomasa.
Para lograr ese objetivo de degradación neta cero, marcado en el punto 15 de la “Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible” aprobada en 2015 por la Asamblea General de la ONU, el profesor Lal enfatizó las herramientas de la educación y la comunicación, así como el empoderamiento de las mujeres “para que puedan tener control de sus propios destinos y disminuir la población mundial”.

SALUD HUMANA Y SUELO
Sobre la relación entre la salud y la del suelo, manifestó que “están unidas, es indivisible” porque la función del suelo es esencial para la paz local y comunitaria, en sus facetas alimentaria, energética y de ambiente sostenible, y degradado “causa un ciclo vicioso que afecta a la salud humana”.
“Es como una cuenta bancaria, no es posible tomar más que lo que se invierte sin poner en riesgo el sistema, por lo que debemos usar suelos óptimos y devolver a la naturaleza los marginales”, explicó este científico conocido por su persistencia a la hora de propugnar el aumento de la producción de comida usando menos recursos.
Entre las distintas iniciativas para contribuir a que el objetivo sea posible, poniendo fin a la situación actual, Rattan Lal destacó el Programa “Suelo Vivo de las Américas” del IICA, que será presentado el 4 de diciembre y que preconiza la promoción de la agricultura de conservación en América, la restauración del suelo, el impacto del carbono en el mismo y en la productividad y la resilencia ante fenómenos climatológicos extremos.

ECONOMÍA CIRCULAR
En la reunión virtual del Comité Asesor de Comunicación del IICA con Rattan Lal participó el director de este organismo de la OEA, Manuel Otero, que definió al científico estadounidense como “el mejor socio para poner en marcha ese programa” y subrayó que “proteger los suelos es trabajar en cambio climático, procurar la rentabilidad de los productores y seguir un enfoque de economía circular”.
El Nobel también se refirió a la covid-19, aspecto sobre el que remarcó que el cambio climático y la degradación del suelo afectan mucho a la evolución de la pandemia, ya que generan muchos problemas que la agravan y que están complicando severamente la vida de más de mil millones de personas en el mundo.

TODOS EN LA MISMA BARCA
Parafraseando el dicho “la familia es una, el mundo es una familia”, el doctor Lal señaló que la humanidad tiene que ver así la situación creada por la pandemia porque “todos estamos en la misma barca y hay que ayudarse los unos a los otros; y es ahí donde el suelo puede tender un puente que nos va a permitir que salgamos victoriosos”.
Rattan Lal, de 76 años, se graduó en la Universidad Agrícola de Punjab Occidental (Pakistan), antes de trasladarse a la Universidad Estatal de Ohio, donde desarrolló toda su carrera científica y docente. En 2009 obtuvo el Premio Nobel de la Paz y en 2020 fue galardonado con el Premio Mundial de Alimentación y fue nombrado Embajador de Buena Voluntad del IICA en temas de Desarrollo Sostenible.