AVENTURAS FAMILIARES

La familia Zapp, diecisiete años viajando en coche de época

Publicado por: Mar Romero Sala/EFE 16 de enero de 2017

La familia argentina Zapp, que desde hace 17 años viaja por todo el mundo en un coche de época, llega a Barcelona para recorrer España durante varios meses como parte de su periplo por Europa, donde piensan poner punto a su aventura a finales de 2017.

La familia piensa recorrer España hasta la primavera, antes de emprender viaje hacia Holanda, Reino Unido, Italia y Grecia, las últimas paradas de un recorrido que ha pasado por los cinco continentes. Herman y Candelaria dejaron Argentina por primera vez para recorrer la distancia entre Buenos Aires y Alaska en seis meses, pero lo que debía ser una aventura de medio año se alargó “17 años y cuatro hijos”, según explicó Herman en declaraciones a Efe, que reconoció que durante este tiempo no pudieron “parar de viajar”.

Un coche de época como compañero de viaje

Su compañero de viaje ha sido durante todo este tiempo un coche de época, un Graham-Paige de 1928, que les llevó por todo el continente americano primero, luego a través de Australia y Nueva Zelanda, por tierras asiáticas desde Japón hasta la India, África de norte a sur y finalmente Europa, por donde han entrado a través de Turquía.

El vehículo, que lo compraron de casualidad antes de dejar Argentina, “parecía que iba a ser el problema”, recordó el padre, “pero fue la solución“, y con él han cruzado tanto el Amazonas como el desierto.

Herman aseguró que encontrar recambios para su coche antiguo no es tan difícil como parece, y explicó que, precisamente en Barcelona, han podido reparar una rueda gracias a que el propietario de una colección de coches de época de Granollers (Barcelona), que los alquila para cortejos nupciales, se les acercó por curiosidad.

El vehículo cuenta con una caja llena de libros para los niños en el asiento trasero, y carga con un baúl que contiene juegos, utensilios de cocina, y el libro ‘Atrapa tu sueño’, escrito por los padres y cuya venta es actualmente la fuente de ingresos de la familia.

Herman y Candelaria se conocieron cuando tenían 14 años, y se prometieron que, cuando se casaran, emprenderían el viaje, una promesa que han acabado cumpliendo con creces: “si lo hubiera pensado antes de salir, no dejaba mi casa”, reconoció la madre a Efe.

Dos sueños cumplidos… de momento

“Teníamos tres sueños -recuerda Candelaria- vivir en el campo, tener una gran familia y viajar mucho”, y se mostró contenta de haber cumplido al menos dos de ellos, aunque admitió que “nunca” se imaginó “teniendo a niños en el viaje”.

La familia argentina Zapp en uno de sus viajes. Foto: Cedida por la familia
La familia argentina Zapp en uno de sus viajes. Foto: Cedida por la familia

Los cuatro hijos de los Zapp, auténticos trotamundos que llevan toda su vida viajando, han nacido en cuatro países distintos: Estados Unidos, Canadá, Australia y únicamente uno nació en Argentina, adonde cada tres años regresan para permanecer tres meses.

Los niños estudian por la mañana, una “pequeña rutina” dentro del viaje que impone Candelaria, que es la encargada de educarlos a distancia y prepararlos para los exámenes que hacen cada dos meses.

“Llevamos a los niños a la NASA a ver una nave espacial”, resaltó Candelaria, que explicó que sus hijos aprenden mucho de forma “práctica” durante el viaje, sobre “diferentes religiones” y culturas, por ejemplo, gracias a que conocen a las personas de las distintas casas donde se han alojado.

La familia Zapp ha viajado alojándose mayoritariamente en casas de personas solidarias que les acogían desinteresadamente, como ahora en Barcelona, y Candelaria aseguró que la gente que han conocido en las más de 2.500 casas donde han dormido es “lo más lindo” del viaje.

“Cuando salimos de Argentina nos dijeron que fuéramos con cuidado -rememoró el padre-, pero nunca nos dijeron que siempre va a haber gente que va a estar ahí en el momento justo”.

Herman aseguró que sólo han sufrido un intento de robo, en Mozambique, cuando se llevaron su ordenador, aunque al día siguiente la gente del pueblo les ayudó a recuperarlo.

Final del viaje

La familia Zapp decidió poner punto y final al largo viaje antes de que acabe 2017 y regresar a su casa de Argentina porque los padres quieren que “los niños tengan los dos estilos de vida”, según Candelaria, para que luego puedan elegir por ellos mismos cómo prefieren vivir.

Candelaria sabe que les “va a costar” cambiar de vida, pero quiere disfrutarlo y aprovechar para escribir más libros sobre sus aventuras, “una manera de que el viaje no termine”.

“Me gusta mucho llegar a lugares nuevos”, exclamó Pampa, el hijo mayor, de 14 años, “pero sé que también me va a gustar mucho hacer amigos fijos” y ver a sus familiares.

“Crecieron en un sueño y vieron cómo ese sueño se iba cumpliendo”, señaló Herman, que espera que su ejemplo haga que sus hijos “no tengan miedo a ir a por sus propios sueños“.

La familia Zapp en Fitur

Para todos aquellos que quieran conocer de primera mano la historia de la familia Zapp, está previsto que participen en la Quedada viajera de minube, el próximo sábado, en Fitur.