Sólo en la ciudad de São Paulo, considerada el centro financiero de Brasil, hay registrados unos 400 helicópteros, según el último estudio realizado en 2013, que sitúa a la capital paulista por delante de ciudades como Nueva York.

Con alrededor de 12 millones de habitantes, São Paulo se ha ganado una fama mundial por su caótico tránsito y en 2014 logró un nuevo récord después de registrar un atasco de más de 344 kilómetros en hora punta.

Una alternativa a los eternos atascos

Los interminables embotellamientos han convertido al helicóptero en un vehículo casi imprescindible para altos ejecutivos y personas de elevado poder adquisitivo en Brasil, especialmente en São Paulo, una de las ciudades con mayor número de millonarios de Latinoamérica.

No obstante, la crisis económica y política que azota Brasil desde hace más de dos años ha reducido fuertemente las operaciones de los helicópteros y ha abierto espacio para aplicaciones bajo demanda que ofrecen un servicio de bajo coste.

Desde agosto, los habitantes y turistas que visitan Sao Paulo pueden solicitar un helicóptero a través de la aplicación de Cabify, plataforma que mantiene una asociación con la empresa Voom, del grupo Airbus.

El cliente puede pedir un helicóptero a través de Cabify o directamente en la página de Voom hasta 45 minutos antes del vuelo y con un precio un 80 % inferior al de los servicios tradicionales de taxi aéreo.

Un trayecto de unos cinco minutos entre un hotel de la Avenida Faria Lima y el aeropuerto de Congonhas puede costar entre 64,5 y 129 dólares, dependiendo del descuento promocional, frente a los 1.190 dólares demandados en una de las compañías más tradicionales de taxi aéreo de Sao Paulo.

No sólo para millonarios

"Queremos abrir ese espacio de usuarios. Los ejecutivos son hoy nuestros clientes principales, pero con los precios que ofrecemos conseguimos abrir esa categoría a muchas más personas, no sólo a millonarios. Esa es una de nuestras propuestas", afirmó a Efe Rogerio Guimaraes, encargado de nuevos negocios de Cabify.

La propuesta de Voom es incrementar el uso de los helicópteros y reducir así el coste de operación, gracias a la asociación con otras operadoras de vuelo, como Go Air, una empresa que reúne servicios de taxi aéreo, de manutención y una escuela de pilotos.

Los servicios de Go Air, como los de la mayoría de empresas del sector, tuvieron una gran demanda entre 2010 y 2012, cuando Brasil registró un fuerte impulso del sector de petróleo y gas, que consecuentemente aumentó el transporte de pasajeros hasta las plataformas petrolíferas.

La llegada de la recesión provocó un enfriamiento de sus servicios, pero en los últimos meses la empresa ha vuelto a registrar un repunte, en línea con la mejora de los indicadores macroeconómicos, según dijo a Efe Ronaldo Santos, piloto e instructor de Go Air.

"El mercado de helicóptero está impulsado principalmente por el mercado de petróleo y gas. Cuando por un factor externo tenemos una disminución de la demanda de petróleo y gas, o tenemos algún factor interno, como la crisis política que envolvió la corrupción, todo el mercado se ve afectado", sostuvo.

Brasil cuenta con una flota de 1.700 helicópteros en todo el territorio nacional, de los cuales 700 se encuentran en el estado de São Paulo, unos 400 en Río de Janeiro y alrededor de 260 en Minas Gerais, según el último informe de la Asociación Brasileña de Pilotos de Helicópteros (Abraphe), en 2013.