El consejero delegado y uno de los fundadores del supermercado “online” Lola Market, Luis Pérez del Val, defiende que portales como éste suponen una amenaza al tradicional reinado de las grandes cadenas de distribución, ya que trastocan su modelo de negocio.
“A los supermercados físicos no les interesa la venta por Internet porque hasta ahora tienen un chollo. El cliente trabaja para ellos, se sirve a sí mismo y le dedica una hora a hacer la compra, mientras que para atender el pedido ‘online’ necesitan a un empleado. Para ellos es una faena, pero es lo que viene”, argumenta Del Val en una entrevista con Efeagro.
Con experiencia previa como emprendedor tecnológico -fundó el portal de bodas “Bodaclick”- y en el sector de la banca y los medios de comunicación, Del Val augura que a las grandes cadenas de distribución no les “va a quedar otra que acabar adaptándose” si no quieren morir en el intento.
“Hacer la compra es un tostón porque aunque a mucha gente le guste ir y ver lo que compra, al final es una gran perdida de tiempo y exige cargar con todas las bolsas“, argumenta el responsable de Lola Market, que considera que ganar la confianza del cliente es el mayor reto del sector.
Aunque no da cifras de facturación, Del Val asegura que este portal crece desde que naciera en marzo de 2015 a un ritmo de un 30 % mensual, con una cesta media por acto de compra de unos 100 euros y un índice de repetición del 60 %, es decir, que seis de cada diez consumidores que prueban su servicio vuelven a utilizarlo.
“Más de la mitad de nuestra captación de clientes es mediante recomendación de otros consumidores, por eso hay que invertir en que se nos conozca y nos prueben“, esgrime.
Agresivos descuentos
Por ello, Lola Market ha adoptado una agresiva estrategia de promoción que en la práctica permite recibir las primeras compras en casa realizadas a través de su portal por exactamente el mismo precio que si fuera a la tienda física -siempre que la factura supere los 20 euros-.
“Es verdad que los márgenes (de rentabilidad) son estrechos”, admite Del Val, que aduce la reducida estructura de la compañía para justificar esta política, ya que apenas cuenta con 15 empleados fijos y no necesitan almacenes, camiones ni apenas infraestructura.
El modelo de esta empresa se basa en ofrecer al cliente la posibilidad de comprar productos de tres cadenas de supermercados diferentes (Mercadona, DIA y El Corte Inglés), seis mercados tradicionales y ocho comercios especializados.

Los precios de los artículos son los mismos que en el lineal, según asegura Del Val, a lo que se suman 4,90 euros adicionales por cada una de las tiendas en las que el comprador haya escogido producto, con la ventaja de recibirlo en casa a la hora elegida.
Lola Market, además, también cobra un porcentaje del tique de compra a los supermercados, mercados y tiendas especializadas.
Negocio al alza
De momento sólo están disponibles en Madrid y Barcelona, pero prevé expandirse a otras regiones del país en la segunda mitad del año.
Para vencer las reticencias del consumidor que teme que si hace el pedido “online” el supermercado “le va a ofrecer lo peor”, el portal utiliza la figura de los “compradores personales”, trabajadores autónomos que acuden físicamente al establecimiento y eligen cada producto.
El envío a casa es una de las patas fundamentales del negocio, y se hace bien a través de estos mismos “compradores personales”, bien mediante empresas de transporte con la que han llegado a acuerdos, entre ellas Seur.
El cofundador de Lola Market considera la entrada en este mercado en 2016 de Amazon como una demostración de que la oportunidad de negocio “existe”.
De hecho, diferentes informes apuntan a que las compras de productos de gran consumo vía Internet apenas representan todavía en torno al 1 % o 1,2 % de todas las ventas, aunque evolucionan claramente al alza.