Los pescadores de toda la Unión Europea (UE), entre ellos los españoles, harán sonar este martes a mediodía las bocinas o sirenas de sus barcos en los puertos o desde el mar para protestar contra los vetos a la flota de arrastre que propone la Comisión Europea (CE).
La flota española se unirá a una acción simbólica promovida por las organizaciones de armadores y de sindicatos de la UE para expresar, con motivo del Día de Europa, el rechazo al plan de acción de la CE que plantea vetar las artes de pesca de arrastre de fondo en las zonas marinas para 2030.
En España, los pescadores leerán manifiestos en puertos de todo el litoral español a las 12.00 horas (10.00 horas gmt) y habrá toques de bocinas y sirenas tanto de los barcos atracados como de los navíos que en ese momento se encuentren faenando.
La protesta se celebrará en paralelo en los puertos de los países costeros de la UE, entre ellos Francia o Irlanda.
La acción es una iniciativa de la Alianza Europea de Pesca de Fondo (EBFA) y la patronal Europêche -a las que pertenecen Cepesca y la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores-, la Asociación Europea de Organizaciones de Productores Pesqueros y la Federación Europea de Trabajadores del Transporte ETF (integra a CCOO y UGT).
El presidente de Europêche y secretario general de Cepesca, Javier Garat, ha declarado este lunes a Efeagro que el sector rechaza “los impedimentos” que pone la CE a la actividad pesquera de la UE.

“Queremos que nos dejen seguir pescando con barcos de bandera española, francesa e italiana; con las propuestas parece que quieren acabar con el sector”, ha añadido.
Por su parte, la asociación de sindicatos ETF, que ha iniciado este lunes una semana de actuaciones, ha subrayado en un comunicado que el plan de la CE amenaza gravemente al empleo pesquero y tendrá “consecuencias sociales dramáticas”.
El plan de acción de la CE sobre los ecosistemas marinos afecta a 7.000 buques, que dan trabajo a 20.000 pescadores y que generan el 38 % de los ingresos de la flota de la UE; de ellos 884 barcos son españoles, según Cepesca.
Las restricciones que plantea Bruselas tendrían un impacto superior a 870 millones de euros, que se “triplicará” cuando las zonas protegidas abarquen el 30 % de las aguas comunitarias, según la misma fuente.
El sector pesquero también ha opinado que el veto afecta a los ciudadanos, por considerar que “sufrirán” una carencia de oferta de pescado en favor de las ventas de género de países donde “los estándares de sostenibilidad ambiental y social son cuestionables e inferiores” a los de la flota comunitaria.