Philip Morris pretende reforzar su apuesta en España por el dispositivo electrónico de tabaco sin combustión Iqos tras vender en el país 175.000 unidades en poco más de dos años, y colocará el foco en este producto pese a la caída de ventas en el mercado de su marca de cigarrillos líder, Marlboro.
“No es un número menor, pero nuestra ambición es más grande (…) Mi reto es acelerar el desarrollo de Iqos en España”, ha explicado hoy en un acto el director general de la multinacional para la Península Ibérica, Enrique Jiménez, quien asumió el cargo a mediados de 2018.

En declaraciones a Efeagro, Jiménez ha incidido en que este dispositivo electrónico es donde la empresa “va a colocar el foco comercial al 100 %“, para lo que va a destinarle el grueso de su inversión, aunque no ha facilitado cifras.
El Iqos es un dispositivo electrónico que incluye una batería que calienta una especie de unidades de tabaco hasta una temperatura próxima a los 300 grados sin llegar a quemarlo, por lo que no produce ceniza ni humo.
De acuerdo con los estudios realizados por la firma, el vapor que emite este producto presenta un 90 % menos de sustancias tóxicas respecto a un cigarrillo tradicional, una afirmación que las autoridades sanitarias de Estados Unidos ya analizan para dictaminar si la consideran correcta o no.
En España, Philip Morris es por el momento la única tabaquera que comercializa este tipo de dispositivos, aunque JTI y BAT también tienen productos similares en otros mercados.
Caída del Marlboro
La apuesta por el llamado “tabaco sin combustión” se reforzará pese a la caída de la marca más emblemática en España de Philip Morris, Marlboro, cuyas ventas en 2018 cayeron un 2,5 % en volumen hasta los 311 millones de cajetillas, lo que la mantiene como líder del mercado.
El director general de la firma para España y Portugal ha insistido en que la apuesta estratégica de la compañía pasa por convencer “a fumadores adultos de que tienen alternativas” en caso de que quieran seguir fumando pero con el potencial de reducir el daño en su salud.
Preguntado sobre por qué Philip Morris no abandona ya la venta de tabaco tradicional si su objetivo es lograr un mundo sin humo, Jiménez ha argumentado que su salida de este segmento “no solucionaría nada, ya que la mayoría de los fumadores compraría otras marcas”, y ha defendido la opción de ir ampliando progresivamente su base de clientes.
A escala global, la compañía calcula que cuenta ya con 6,5 millones de usuarios de Iqos, aunque de España no tiene datos concretos ya que algunos usuarios tienen varios dispositivos.
“Éste no es un producto inocuo”, ha apuntado Jiménez, quien ha recordado que la aspiración de Philip Morris es que las autoridades reconozcan que el producto puede ser útil para quienes quieren seguir fumando y por ello le concedan una regulación “específica”.
Actualmente, a nivel fiscal el dispositivo electrónico sólo se ve afectado por el IVA, y las cajetillas de tabaco para calentar pagan un impuesto especial del entorno del 45 % por pertenecer a la categoría de “otros productos del tabaco”, en contraste con el 78 % de la cajetilla de cigarrillos tradicional.