El tren Alvia que inauguró, el pasado 16 de diciembre, este nuevo servicio -que contará con tres viajes de ida y otros tantos de vuelta al día- partió de Salamanca a las 06:50 horas, con cerca de medio centenar de plazas ocupadas y a un precio de oferta de 20 euros.

A las 08.55 horas el Alvia salió de Madrid con destino a la estación salmantina, donde llegó con seis minutos de adelanto, con una única parada en Segovia.

De esta forma, la estación de Salamanca ha recibido por primera vez trenes eléctricos, 138 años después de que en 26 de agosto de 1877 el ferrocarril llegara a la ciudad.

Los primeros viajeros en llegar a Salamanca, entre ellos el europarlamentario del PSOE Juan Fernando López Aguilar, en plena campaña electoral, mostraron su "alegría" y su "satisfacción" por poder llegar a la capital charra en una hora y media.

Acortando distancias

Así, una mujer, que viene a Salamanca con mucha frecuencia, reconoció que con este precio vendrá todas las semanas y añadió que "ojalá hubiese elecciones más a menudo para que se hagan las cosas".

Junto a ella, un joven trajeado que realiza el trayecto Madrid-Salamanca todos los días, reconoció que así se puede venir con más frecuencia; y Carmen, otra pasajera, mostró su alegría por ver reducir el tiempo entre las dos capitales.

Esta visión tan optimista también la secunda Jesús, el maquinista que hizo el trayecto desde Madrid a Salamanca, quien afirmó que "esto ya es otro nivel", una "maravilla" que vendrá muy bien a la ciudad.

"Hasta Medina del Campo la máquina puede circular a 160 kilómetros por hora, mientras que desde allí a Madrid se amplía a los 250 kilómetros por hora", agregó.

Alfonso Rodríguez, gerente de Servicios Comerciales Norte de Renfe, añadió que hasta ahora se han vendido más de 3.000 billetes a 20 euros por trayecto para un tren que tiene capacidad para 282 pasajeros, aunque en su inauguración solo viajaron medio centenar de personas.

"El tren de la esperanza"

Es por tanto el tren de la "esperanza", como en muchas ocasiones ha definido el presidente de la Asociación de Hosteleros de Salamanca, Alain Saldaña, quien apostó por este medio de transporte para lograr que muchos madrileños vengan a pasar el día o el fin de semana a Salamanca.

Pero este tren ha sido un proyecto polémico desde los primeros años de 2000, cuando comenzó a fraguarse la idea que lanzó Jesús Caldera, el entonces ministro salmantino con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, y que fue criticado por el PP en Salamanca, que llegó a acusar a los socialistas de "tomar el pelo a los salmantinos".

Hubo que esperar a 2008 para que aparecía este proyecto de electrificación de la línea férrea desde Salamanca hasta Medina del Campo en los Presupuestos Generales del Estado y que el PP calificó de sucedáneo ya que, en un principio, iba a ser de alta velocidad.

Finalmente, el tren de alta velocidad se ha quedado en un tren de altas prestaciones, que permite hacer el trayecto entre Salamanca y Madrid en 96 minutos. En el proyecto que se han invertido 81,7 millones de euros, entre las obras de electrificación y otras actuaciones complementarias.